DOLAR

Dólar. Las razones por las que el blue subió $16 en una semana y alcanzó los $138

14.05.2020

El dólar blue pasó de $122 a $138 en una semana; en los últimos días, subió de a $4 o de a $6 por día, saltos que no se veían desde mediados de abril; cómo influyen las restricciones a las inversiones en otros tipos de cambio y la negociación de la deuda 
 

El dólar blue pasó de $122 a $138 en una semana. En los últimos días, subió de a $4 o de a $6 por día, saltos que no se veían desde mediados de abril. El mercado paralelo se vuelve a calentar y marca una brecha récord con el oficial minorista: en este momento, de cerca del 90%.

"El blue se sigue disparando básicamente porque hay todo un contexto de represión financiera, tasas reales negativas y limitaciones en el acceso al dólar en otros mercados", explica Julia Segoviano, economista de la consultora LCG.

 

Desde que empezó la cuarentena, el 20 de marzo pasado, el billete pasó de $78,80 a los $138 actuales, es decir, se encareció casi $60. En este momento, se vende a casi el doble que el oficial minorista, que cerró hoy a $70 ($91 con el impuesto PAIS incluido).

La disparada se da en un contexto casi de sequía por la cuarentena total, en el que las cuevas y los arbolitos, que dependen de operaciones físicas para poder hacer negocios, se ven muy limitados.

En las primeras semanas de la cuarentena, las operaciones en el tipo de cambio paralelo se hacían vía delivery con una moto o un taxi amigo. En las últimas semanas, la flexibilización de hecho de la cuarentena tuvo su efecto sobre el blue. "Si uno le sacaba una foto a la calle Florida hace un mes y se la saca hoy, va a encontrar parte de la suba", describe Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina.

Algunas precisiones más sobre el blue: quienes lo conocen bien lo describen como un mercado chico, donde no hay operadores con grandes volúmenes, por lo que cualquier movimiento brusco de demanda provoca temblores. Si la oferta siempre fue escasa, en las últimas semanas fue peor. Y, como bien se sabe, cuando escasea un bien, su precio tiende a subir.

En los últimos días, desde que el Banco Central profundizó la segmentación del cepo y determinó que quienes hayan accedido a los US$200 mensuales en el mercado oficial deben esperar 30 días para poder hacer operaciones cambiarias en la bolsa (es decir, con MEP y contado "con liqui" o CCL), quienes se quedaron con pesos extra en la mano -y sin opciones atractivas de inversión en moneda local- recurrieron al paralelo ilegal para cuidar sus ahorros.

Todas esas medidas "reprimen los deseos de inversión" de quien tiene unos pesos extra, añade Segoviano, que terminan volcándose adonde pueden. "La nueva inyección de pesos [para cubrir el agujero fiscal que provoca la cuarentena] y sin tasas de plazos fijos atractivas, te libera pesos que se están yendo al dólar", suma la economista.

[Quienes venden blue aseguran, además, que gran parte de la suba fue para acompañar lo que sucedía en los otros tipos de cambio libres]
Quienes venden blue aseguran, además, que gran parte de la suba fue para acompañar lo que sucedía en los otros tipos de cambio libres Crédito: Shutterstock

Quienes venden blue aseguran, además, que gran parte de la suba fue para acompañar lo que sucedía en los otros tipos de cambio libres, el MEP y el CCL, que avanzaron alrededor de $15 desde mediados de abril y hoy se ubican cerca de los $120 ($119,35 y $122,04, respectivamente).

"Tanto el blue como el MEP y el CCL son mercados muy poco líquidos en los que una demanda relativamente grande te dispara el precio, porque no hay mucho volumen. Son mercados chicos, y aún más en momentos de pandemia", describe Juan Ignacio Paolicchi, economista de la consultora Eco Go.

 

La incertidumbre nunca juega a favor, y menos si se trata de la deuda: un default el próximo 22 de mayo, fecha límite para llegar a un acuerdo con los acreedores, podría hacer que la brecha se dispare aún más por compradores que buscan refugio ante una economía que empeoraría cada vez más, sin acceso al financiamiento y con una inflación aun más alta.

Son días de descuento, entonces, para lograr un acuerdo y evitar el default. "La negociación de la deuda aporta ruido en la economía argentina. Ese ruido se traduce en demanda de dólares, sobre todo para inversores minoristas", detalla Rajnerman.

En definitiva, opera el mismo viejo deseo de quien puede ahorrar: dolarizarse. "Aun cuando la negociación salga bien y todo mejore, faltan muchos años para poder revertir esta lógica: en la convertibilidad, uno de los momentos de mayor estabilidad, en la Argentina la gente seguía ahorrando en dólares", cierra el economista jefe de Ecolatina.

Fuente: Diario La Nación

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