La Tia Eva es la líder de una secta Filadelfia que esclavizaba a sus fieles en San Justo
01.06.2019
Los lujos y las "castraciones espirituales" de la "Tía Eva", la pensionada ,Durante al menos diez años, Eva Petrona Pereyra comandó el Templo Filadelfia, con sede en San Justo. La casa en el country, los delirios mesiánicos y la dieta de humillaciones y tortas fritas para quebrar a sus víctimas
A simple vista, Eva Petrona Pereyra era encantadora, con 74 años, una sonrisa convincente. No parecía otra cosa, se veía como lo que era: una pensionada que recibía un beneficio de la ANSES, vecina de San Justo. Los que trataron con ella cuentan que por momentos era una señora amable, sobre todo cuando se la trataba por primera vez. Algunos incluso dirían que era hasta generosa cuando comenzaba una conversación. Pero detrás de la fachada de 'abuelita simpática' se escondía la líder máxima del Templo Filadelfia, la secta bíblica que durante más de 20 años se dedicó a captar fieles, despojarlos de todos sus bienes y esclavizarlos, forzarlos a vender pan en la calle y a vivir hacinados, para castigarlos en sus propios campos de tortura.
En el Templo, Eva no era Petrona Pereyra. Era, simplemente, "Tía Eva".
El viernes 17 de mayo pasado, la Justicia de La Matanza ordenó 11 allanamientos para comenzar a desbaratar al Templo Filadelfia, con su altar central en la calle Centenera en San Justo, el domicilio fiscal de la "Tía", registrada en los rubros de la AFIP de venta de pan. El trabajo de la Ayudantía de Delitos Conexos a la Trata de Personas de la jurisdicción llevó a los arrestos de 25 personas de la organización, entre ellos Eva. Cuarenta y cinco víctimas fueron rescatadas en los allanamientos: niños que jamás habían ido a la escuela, adultos con sus mentes y voluntades quebradas.
La "Tía" era una feligresa histórica, había pasado los últimos 20 años dentro del culto, de acuerdo a los investigadores del caso. Primero fue una empleada más, dedicada a captar fieles. Luego, al morir la antigua jefa, ella asumió el poder. Se encargaba de todo. Daba órdenes, controlaba al personal, supervisaba las finanzas. Era una jefa.
Eva no actuaba de inmediato en el modus operandi que tenía la banda para atrapar víctimas, que en su mayoría eran personas vulnerables económica y psicológicamente. Existía primero una avanzada, un reclutador. Una vez que ya comenzaban a ser persuadidos aparecía Eva para el toque final. Terminaba de concretar el engaño con la invocación de un "mensaje divino", en el que decía ser "la sierva de Dios". La mayoría de las victimas contaron en sus declaraciones que ella siempre decía que Dios hablaba a través suyo.
De acuerdo a datos de la ANSES, Eva tendrá disponible su próximo pago de pensión el día 10 de este mes en una sucursal del banco Piano en Merlo. Lo cierto es que no lo necesita para vivir. Gracias a su pasar holgado, producto, según la acusación de la Justicia, de que se quedó con bienes de los fieles que reclutaba, Eva se compró una lujosa casa de fin de semana en un exclusivo barrio privado, "La Bequerencia Farm Club", un country ubicado en el km 129 de la ruta 41, cerca de San Miguel del Monte.
Fuente: CONSENSO PATAGONICO