La Argentina del ajuste: crece el desempleo, se hunde el trabajo registrado y el Conurbano arde.
21.06.2025
La desocupación en Argentina sigue en ascenso y se acerca a los dos dígitos, reflejando el impacto del modelo económico impulsado por Javier Milei. En el primer trimestre de 2025, el desempleo alcanzó el 7,9%, con una fuerte caída de empleos formales y un crecimiento de la informalidad.
La Argentina del ajuste: crece el desempleo, se hunde el trabajo registrado y el Conurbano arde.
- La desocupación en Argentina alcanzó el 7,9% en el primer trimestre de 2025, rozando los dos millones de personas sin trabajo.
- El modelo de ajuste del gobierno de Javier Milei, centrado en un dólar alto y recortes, no genera empleo; empeora la calidad del trabajo existente.
- Aumentan los cuentapropistas (trabajo informal) y se reducen los empleos registrados con aportes jubilatorios.
- El impacto es mayor en mujeres y jóvenes, y particularmente grave en el conurbano bonaerense, donde la desocupación llega al 9,7%.
- La informalidad laboral sube al 36,3%.
- El deterioro del mercado laboral incluye un alza de personas que llevan menos de un mes buscando trabajo: el 16% de los desempleados son nuevos.
- El informe concluye que, tras la devaluación de 2024, el ajuste pasó de ser salarial a uno que afecta directamente la cantidad de empleos.
La desocupación en Argentina sigue en ascenso y se acerca a los dos dígitos, reflejando el impacto del modelo económico impulsado por Javier Milei. En el primer trimestre de 2025, el desempleo alcanzó el 7,9%, con una fuerte caída de empleos formales y un crecimiento de la informalidad. La situación golpea especialmente a mujeres, jóvenes y habitantes del conurbano bonaerense. Además, se observa una creciente desesperación entre quienes comienzan a buscar trabajo por primera vez. Pese al relato oficial sobre una recuperación, la evidencia marca un fuerte deterioro del mercado laboral.
En una Argentina que se desliza hacia la precarización total, los datos oficiales confirman un escenario alarmante: la desocupación crece, el trabajo registrado se desvanece y millones de personas enfrentan un futuro laboral incierto. Frente a esta realidad, **la lucha sindical emerge como única herramienta de defensa colectiva** ante un modelo económico que excluye.
El primer trimestre de 2025 cerró con una de las cifras de desocupación más preocupantes de los últimos años: un 7,9% que evidencia no solo la falta de creación de empleo, sino el fracaso rotundo de un modelo económico centrado en el ajuste, la liberalización y la expulsión de derechos laborales. Mientras el Gobierno promueve discursos de recuperación, la realidad desmiente esa narrativa. Más de 1,8 millones de personas buscan trabajo sin encontrarlo. La promesa del "shock libertario" se traduce en desempleo creciente y un reemplazo sostenido del trabajo asalariado por figuras informales y desprotegidas.
Las estadísticas no dejan lugar a dudas: la informalidad laboral sube al 36,3% y el empleo con descuento jubilatorio cae 2,5% interanual. Es decir, **cada vez más trabajadores están fuera del sistema**. El fenómeno no es homogéneo; golpea con especial dureza a **las mujeres, los jóvenes y los sectores populares del Conurbano**, donde la tasa de desocupación trepa al 9,7%. Detrás de cada porcentaje hay familias desamparadas, proyectos postergados y derechos vulnerados.
En este contexto, los sindicatos se enfrentan a una disyuntiva decisiva: replegarse o asumir su rol histórico como herramienta de resistencia y transformación. No alcanza con paros aislados ni comunicados tibios. Se necesita una **nueva agenda gremial**, con capacidad de interpelar a las bases, articular con otros sectores sociales y disputar el sentido común instalado por el poder económico. La precarización no es solo un fenómeno económico; es también una estrategia política para debilitar la organización del trabajo y neutralizar su capacidad de defensa.
La historia del movimiento obrero argentino está atravesada por conquistas logradas en los momentos más oscuros. Hoy es uno de esos momentos. Y la dimensión de la ofensiva contra los derechos laborales exige respuestas proporcionales. **La lucha gremial no es una opción, es una necesidad vital**. Porque sin empleo digno no hay ciudadanía plena, y sin organización no hay posibilidad de revertir el rumbo.
El futuro del trabajo en Argentina está en disputa. No se trata solo de resistir, sino de construir alternativas desde el sindicalismo, con propuestas claras y audaces. Y, sobre todo, con la convicción de que los derechos no se mendigan: se defienden.
Fuente: CONSENSO PATAGONICO