La Argentina congelada: crisis energética y el abandono estatal que quema a los más vulnerables
05.07.2025
Mientras el frío paraliza el país, la desregulación del gas y la falta de obra pública exponen a millones. En la Patagonia, el colapso ya se siente en cada garrafa.
En medio de la ola polar
La Argentina congelada: crisis energética y el abandono estatal que quema a los más vulnerables
Mientras el frío paraliza el país, la desregulación del gas y la falta de obra pública exponen a millones. En la Patagonia, el colapso ya se siente en cada garrafa.
La ola polar que azota Argentina no solo hiela calles: también deja al descubierto un modelo energético que se derrite por dentro. El faltante de GNC en estaciones de servicio, garrafas a precios desorbitantes y la paralización de obras claves revelan algo más profundo que una crisis logística: una política energética que parece congelada desde la planificación.
Según el economista Nicolás Taiariol, entrevistado en AM 750, el colapso actual no es casual: la desregulación del gas licuado de petróleo (GLP) pone en jaque al 40% del país que depende de garrafas. Y lejos de ser una solución modernizadora, el decreto que liberó los precios las convirtió en una ruleta rusa para las familias del interior.
En Patagonia, el frío no es novedad. Pero la falta de previsión, sí.
En Chubut y Río Negro, los comercios reportan aumentos del 100% en menos de dos semanas. En Mendoza, las garrafas llegaron a costar $30.000. El programa de Garrafa Social tambalea en varias provincias, dejando a miles sin contención. El impacto no es solo económico: es un golpe directo al tejido social.
Mientras tanto, obras estratégicas como el Gasoducto de la Costa siguen paralizadas. Mar del Plata, epicentro turístico y comercial, sufre la escasez como si fuera una zona de frontera. Gabriel Katopodis, exministro de Infraestructura, lo dijo sin rodeos: “Tenemos gas, pero no lo sabemos distribuir”.
Desde la oposición, Agustín Gerez (ex Enarsa) sintetizó la tragedia en una frase: “Esto es la Argentina de la motosierra energética”. Una motosierra que no solo corta subsidios: también corta la calefacción de los que menos tienen.
Fuente: CONSENSO PATAGONICO