Crónica de un papelón Olímpico: los anillos no se manchan
28.07.2024
Parafraseando a Diego Maradona en su discurso tras el partido de su despedida del fútbol: “Los Anillos Olímpicos no se manchan”.Tampoco los valores y el mensaje que deben dejar los Juegos en París 2024.
Crónica de un papelón Olímpico: los anillos no se manchan
Parafraseando a Diego Maradona en su discurso tras el partido de su despedida del fútbol: “Los Anillos Olímpicos no se manchan”.
Tampoco los valores y el mensaje que deben dejar los Juegos en París 2024.
La competencia olímpica no podía empezar de peor manera.
El partido que finalmente Marruecos le ganó a la Selección Argentina por 2 a 1, fue un golpe de nocaut en el primer round a la credibilidad del fútbol, del VAR y de la dirigencia del COI y de la FIFA.
No hacemos referencia al juego y a sus distintas alternativas.
En el contexto del partido la Selección Argentina no rindió en la medida de la expectativa. Con poco fútbol y arrestos de coraje en el final alcanzó un empate que terminó siendo un espejismo. Marruecos la superó durante varios pasajes del encuentro. Es más, probablemente el equipo africano haya merecido el triunfo, después de 3 horas de juego, tramas y misterios.
Ni siquiera queremos enfocarnos al offside de Bruno Amione cuando se jugaba el último minuto de los quince de descuento en el gol invalidado, 90 minutos después de su conversión.
Lo verdaderamente grave es que los anillos olímpicos fueron manchados.
Lo que ocurrió en Saint Ettiene quedará en la historia nefasta del bochorno y la vergüenza.
La incapacidad para evitar el ingreso de decenas de hinchas de Marruecos al campo de juego, después de tirar botellas de plástico y hacer explotar un petardo cerca del banco de suplentes, muy cerca de Javier Mascherano, es un certificado de inoperancia y motivo de preocupación en cuanto a la seguridad en lo que viene. Todo un desafío para la organización y para el gobierno francés.
La impericia del arbitro sueco Nyberg que primero huyó rápidamente del partido, cuando se iniciaron los incidentes, sin dejar rastros sobre si lo había dado por finalizado o si lo había suspendido.
La manipulación que ejercieron las autoridades del COI Y de la FIFA (corresponsables del evento) durante una hora y media de incertidumbre, entre que se confirmo la suspensión y se determinó la continuidad del encuentro, previo a la revisión de la jugada polémica en el VAR por parte del árbitro.
Los 90 minutos posteriores a la suspensión, nunca claramente informada, dieron lugar a un sinfín de versiones, aprietes, elucubraciones y negociaciones.
Hasta el sitio oficial de los Juegos Olímpicos publicó el 2 a 2 como resultado final durante algunos minutos.
La estruendosa silbatina del publico (mayoría marroquí y francesa) al himno nacional de nuestro país, fue otro punto de controversia y falta de respeto.
El partido finalizó dos horas después del gol del empate anulado a la Selección Argentina, sin público, sin alcanza pelotas y sin vergüenza de los que deciden.
Javier Mascherano declaró que todo fue circo y relató que, además, Thiago Almada fue objeto del robo de su reloj y de sus anillos en el vestuario donde entrenó la selección el día previo al partido.
Creo que todos nos quedamos con la sensación de haber sido testigos de un papelón sin precedentes, que ni siquiera se ve en el fútbol amateur de ligas del tercer mundo futbolístico.
Términos como bochorno, vergüenza y papelón marcan el comienzo deportivo del fútbol en los Juegos Olímpicos.
Lo más preocupante es que esta vez, la pureza de los valores que representan los Juegos Olímpicos y sus emblemáticos anillos se vio manchada.
Juegos Olímpicos, papelón, Argentina, Sub 23, Marruecos
Fuente: Cadena 3