Todos los ojos puestos sobre el BCRA
07.07.2017
La suba del dólar de los últimos días derivó en un debate técnico sobre la persistencia del Banco Central de seguir planteando un esquema de metas de inflación. Hace unos días, el titular de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger, afirmó que no pensaba modificar las metas "porque modificarlas implicaba no tenerlas". Sin embargo, en las últimas horas, varios referentes del mundo financiero parecen haber llegado a la conclusión de que mantener un objetivo inflacionario y torcer la política monetaria en pos de conseguirlo, puede tener efectos secundarios no deseados.
La suba del dólar de los últimos días derivó en un debate técnico sobre la persistencia del Banco Central de seguir planteando un esquema de metas de inflación. Hace unos días, el titular de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger, afirmó que no pensaba modificar las metas "porque modificarlas implicaba no tenerlas". Sin embargo, en las últimas horas, varios referentes del mundo financiero parecen haber llegado a la conclusión de que mantener un objetivo inflacionario y torcer la política monetaria en pos de conseguirlo, puede tener efectos secundarios no deseados. "La meta que se impuso el BCRA está quedando cada vez más lejos de cumplirse, y la inflación terminará 2017 por encima de 20%", señalan en la consultora Analytica, de Rodrigo Álvarez. "Si bien se ha logrado un progreso significativo con respecto a años anteriores, creemos que hubo errores de coordinación que terminaron generando costos innecesarios sobre la dinámica macroeconómica". Sostienen que, el año próximo gran parte de la consolidación fiscal se llevará a cabo a través del recorte de subsidios. "Creemos que intentar corregir desequilibrios acumulados en más de 10 años, tanto en materia de tarifas como de inflación, en un sólo mandato presidencial genera una inconsistencia entre la política monetaria y fiscal la cual forzará al BCRA a llevar la tasa de interés a niveles perjudiciales para la actividad económica", advierten.
Otro que planteó inconsistencias a la hora de fijar metas de inflación es Aldo Abram. Según el economista, el Banco Central debe abandonar las metas de inflación porque "están muertas" y sostiene que la entidad que conduce Sturzenegger "debe intervenir para defender el valor de la moneda". Abram redobla la apuesta y reflexiona: "No cumplirlas también implica no tenerlas". Para Abram, "es un absurdo pagar tasas tan altas cuando venís acumulando reservas que te permitirían intervenir en el mercado cambiario".
De fondo, las críticas son a lo alto de la tasa de interés y a lo incompatible de ese ejercicio con el déficit fiscal y la financiación de ese déficit vía endeudamiento interno y externo. Para el analista Joaquín Marque, vicepresidente de MT Capital, "se está observando las dificultades que tiene el BCRA de balancear una política monetaria contractiva con una política fiscal expansiva". El especialista sostiene que "el mercado ve estas contradicciones y la suba del dólar confirma que la meta de inflación del 17% para este 2017 no va a ser cumplida y estará más cerca de 22% o 24%".
"La política monetaria tiene un límite para alcanzar el éxito y ese límite es su propio objetivo: cuanto más ambiciosas sean las metas, en caso de no mediar un ajuste fiscal, más deuda deberá emitir. Pero esta situación genera pérdidas al Banco Central que pueden transformarse en un escollo muy importante para sostener esa política", sostuvo el analista Carlos Rivas.
Fuentes del Banco Central volvieron a señalarle a Ámbito Financiero que no habrá cambios. "No existe un objetivo de tipo de cambio, y no vamos a utilizar el precio del dólar para anclar la inflación, sino que ahora la cotización es flotante", es decir, puede subir y bajar libremente de acuerdo con la demanda y oferta de divisas.
Fuente: ámbito.com