Un policía que estuvo en el allanamiento aseguró que Máximo Thomsen fue quien culpó a Pablo Ventura
06.01.2023
Los ocho imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa ingresaron a los tribunales de Dolores. Comienza la parte forense del juicio
Un policía que estuvo en el allanamiento aseguró que Máximo Thomsen fue quien culpó a Pablo Ventura
Los ocho imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa ingresaron a los tribunales de Dolores. Comienza la parte forense del juicio
Ayer jueves, Marcos Pertossi bajó de su auto y apuró el paso con el celular posado en la oreja. Entró al kiosco ubicado en la esquina la calle Belgrano al 100, a media cuadra de los tribunales de la ciudad de Dolores donde su hijo y sus siete cómplices son juzgados por el crimen de Fernando Báez Sosa. Allí, compró una gaseosa. Aunque intentó camuflarse bajo la visera, las gafas de sol y el barbijo, al salir del comercio, varios periodistas y cámaras de televisión lo rodearon. El hombre decidió no frenar. Apoyó una mano sobre la otra y, con los codos a la altura de los hombros, fabricó una barrera e ingresó a los empujones al Palacio de los Tribunales. No tenía interés en responder preguntas.
Cultivan un perfil bajo y esquivan a los medios. Del escrache tras su primera visita al penal de Dolores a la expectativa por las declaraciones durante las últimas jornadas del debate
Hoy a las 7:53, los ocho rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa ingresaron a los tribunales en medio del operativo de rigor del SPB para la quinta jornada del juicio en su contra.
Este viernes se espera que declaren doce testigos, entre ellos los agentes y peritos que participaron del allanamiento y la detención de los imputados.
Además, declarará Julia Semsey, la dueña del chalet que alquilaron los rugbiers en Villa Gesell, ubicado a solo 300 metros del lugar donde ocurrió el ataque; y Andrea Fabiana Ranno, la empleada del Hotel “Inti Huasi”, quien “avistó la fuga de los acusados y dio aviso a personal policial” según documentos de la causa.
Llega el abogado defensor Hugo Tomei y su defensora adjunta Emilia Pertossi, junto a los fiscales Gustavo García y Manuel D’Avila.
Fuentes judiciales confirmaron a Infobae que once testigos declararán finalmente en la jornada, tras una lista original de 22. D’Avila le ofrecerá una explicación a los jueces sobre el cambio en la lista.
También llegó Sergio Viollaz, padre de Ayrton, uno de los ocho acusados y Tomás D’Alessandro, el amigo de Fernando que declaró en la segunda jornada. Será la tercera fecha del proceso que presenciará.
Andrea Fabiana Ranno, la empleada del Hotel “Inti Huasi”, quien “avistó la fuga de los acusados y dio aviso a personal policial” según el expediente, también arribó a la sala. Tomó asiento poco antes de las 10.
Los rugbiers ya se encuentran en sus asientos, hoy con sus bocas cubiertas por barbijos.
Ranno afirmó que entre 4.45 y 5 AM del 18 de enero de 2020 (“puedo precisar el horario porque es cuando tengo que sacar la basura”) escuchó un murmullo y miró hacia la Avenida 3.
“Ahí vi un grupo de gente que estaba contra las rejas del súper. Pensé que estaban borrachos y que querían romper un vidrio, algo que pasa habitualmente en enero en Gesell. Volví a trabajar y a los segundos escuché pasos muy fuertes, llamativamente fuertes, en la arena. Me volví a asomar y vi un chico que venía casi trotando. De atrás lo seguían como ocho y diez chicos. Lo primero que pensé fue que los de atrás eran una patota que perseguían a los de adelante para dársela”, recapituló.
“‘Pará, espéranos’, le decían. Ellos no me vieron pero yo a ellos sí. Y los escuché: se venían riendo y festejando. Estaban contentos. ‘Le rompí toda la jeta’, dijo uno”. En ese momento, la testigo miró hacia Silvino y Graciela Báez Sosa y les pidió perdón a los padres. “Esto debe ser muy doloroso”, les dijo
Al igual que en la causa, Ranno comprometió a Máximo Thomsen al dar características que coinciden con él la noche del crimen. Lo describió como “sacado”, “fuera de sí”. “Iba con la cabeza baja y los puños cerrados y haciendo este sonido”, mientras la testigo golpea el piso con sus pies”. También identificó a Matías Benicelli como quien corría atrás, “el de rodetito”.
Ranno deja la sala. Comienza la declaración del policía Lucio Daniel Pintos, cabeza de la Jefatura Departamental Pinamar de la Policía Bonaerense que encabezó el allanamiento a los rugbiers.
Hoy viernes, en la quinta jornada del juicio a los ocho rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa que se celebra en el Tribunal N°1 de Dolores. se desarrollará un momento clave en la historia del caso: el allanamiento ocurrido a las 10:30 el 18 de enero de 2020 en la casa de Villa Gesell donde los diez acusados originales fueron arrestados. Para esto, fueron citados a declarar los policías que participaron en el episodio bajo las órdenes del fiscal Walter Mércuri.
El procedimiento ocurrió el mismo 18 de enero del crimen a las 10:30 en la casa que los acusados de Zárate alquilaban. Allí, se recuperó la zapatilla que Máximo Thomsen usó para patear en el cráneo a su víctima
Pintos, el segundo testigo de la quinta jornada. detalló cómo identificaron a los agresores hasta llegar al momento del allanamiento de la casa donde se hospedaban. Destacó que fue de utilidad el video de la expulsión de los agresores,que proporcionó el boliche Le Brique y el video del supermercado donde fueron demorados unos minutos. El jefe policial contó que antes de dar con la ubicación de los imputados fueron domicilio por domicilio a lo largo de una cuadra de 120 metros. Finalmente, gracias a un comentario que le hizo Andrea Ranno, el hombre encontró el chalet.
“Golpeé la puerta y cuando me preguntaron quién era dije: ‘La policía. Salgan por favor’. Yo estaba junto con mi compañero, el comisario inspector Segovia, vi salir a uno, a otro. Entre el cuarto y el quinto ya me di cuenta de que eran los mismos diez que habían expulsado del local bailable. Por lo agresivos que eran se les impartió la voz de alto y se los obligó a tirarse al piso. Se comunicó a la fiscalía. Llegó el doctor Walter Mercuri -fiscal original del caso- y personal de DDI y de Policía Científica”, dijo.
La querella a cargo de Fernando Burlando le preguntó si recuerda algún tipo de manifestación sobre alguna persona que no se encontraba en el domicilio, una clara referencia a Pablo Ventura. Pintos dice que no. Sin embargo, el sumario policial que consta en la causa introduce a Ventura en el sumario del allanamiento “por averiguaciones”.
Shock en la sala:
Mariano Orlando Vivas, policía que actuó en la causa, aseguró Máximo Thomsen manifestó que la zapatilla ensangrentada incautada en el allanamiento -y que luego se comprobó que le correspondía- pertenecía a Pablo Ventura.
El fiscal Juan Manuel Dávila le preguntó al testigo si mientras realizaban el allanamiento se involucró a alguna persona ajena a las que estaban allí. “Uno de ellos manifiesta que a Pablo Ventura”, dijo Vivas. “¿Sabe quién lo dijo?”, quiso saber el funcionario.
“Sí. Thomsen”, respondió.
Este dato no es parte del expediente, no figura en la elevación a juicio y la familia Ventura o los fiscales jamás lo supieron. Ahora, frente al tribunal de juicio, un testigo de primera mano revela la jugada más cobarde de los rugbiers tras el presunto asesinato de Pablo. Una fuente clave del caso había asegurado a este medio que varios de los imputados habían mencionado a Ventura, que fue uno en particular que actuó como portavoz de esta versión. Su nombre había eludido a la historia, hasta ahora.
Tomei preguntó al testigo por qué el nombre de Thomsen no figura en el acta, “No lo pusimos porque son unas manifestaciones que la fiscalía nos dijo que no pongamos”, aseveró.
Julia Semsey es la siguiente testigo, la dueña del chalet donde se alojaron los rugbiers en Villa Gesell al momento del crimen.
En su declaración frente al TOC N°1, la mujer dijo que después del hecho le costó volver a alquilar la casa. “Esto fue un antes y después para nosotros. La gente rechaza este tipo de cosas, es algo que golpeó mucho a todos y bueno… son esas cosas que influyen en la energía del lugar”, sostuvo.
Fuente: INFOBAE