Ideas para intervenir y darle onda a las paredes exteriores con piedra, metal o madera.
28.01.2021
Las paredes de tu jardín, patio, balcón o terraza pueden ser superficies verticales sin vida o convertirse en el sector más deco de tus espacios exteriores Medianeras con madera o piedra, portamacetas de chapa y estructuras o tramas metálicas son algunas de las posibilidades para intervenir los muros.
Un gran muro de piedra de 7 metros de altura remarca el acceso a un predio que aloja una bodega en medio del campo mendocino. Los maceteros embutidos que soporta fueron diseñados en tiras para alojar plantas y alivianar tanta superficie gris de manera instantánea hasta que crezcan las enredaderas plantadas en el suelo. Se eligieron plantas que toleren viento y sol pleno, como flechillas, valerianas, cactus y especies nativas de bajo porte que van naciendo espontáneamente. Paisajismo: Eduardo Vera.
Para separarse mejor del vecino se cubrió el alambrado existente con tablas de madera de pino tratado, que se vuelven grisáceas a la intemperie. Para construir la pared se enterraron pilares que arman la estructura y se atornillaron paneles de machimbre. Una combinación de especies diversas convierten a este espacio en un jardín mágico salpicado de flores, como las rosas antiguas en el sector donde se cuela el sol entre la copa del espinillo. Wedelia trilobata original de la casa de 1968 funciona como cubresuelos entre salvias y otras herbáceas. Paisajismo: Valeria Hermida.
Una trama cuadriculada de caños, separados unos 10 cm de la pared de la casa, es soporte de los rosales trepadores.
Una medianera baja de hormigón fue intervenida con tablas de madera colocadas de canto, que aportan calidez y ritmo. Se barnizaron para realzar el tono de la madera y para que resistan la intemperie.
Una altísima medianera fue cubierta con jazmines de leche en el sector de sol y jazmines de Madagascar en la zona de sombra. La premisa era que fueran plantas perennes y que no avanzaran demasiado hacia la zona del solárium de la pileta. Para lograrlo y facilitar el mantenimiento se armaron soportes con alambre galvanizado y tensores. Las tramas metálicas miden 4,5 metros de altura y 80 cm de ancho, y fueron diseñadas siguiendo el dibujo de líneas entrecruzadas que se usó en la arquitectura de la casa. Se colocaron separadas del muro 25 cm para permitir que los jazmines crezcan por detrás. Paisajismo: Eugenia Anaya
Los paneles de chapa de 2,20 de altura fueron diseñados para separar del vecino y funcionan también como soportes de plantas. La base de los portamacetas de chapa es de malla para permitir el drenaje del exceso de agua. Se eligieron suculentas para regar manualmente según la estación y disminuir el mantenimiento. El tono marrón del metal repite los coloridos del interior de la casa. Valeria Rohrer, paisajista
Un “garabato” de varillas de hierro rolada a modo de grafismo espontáneo sirve de soporte de macetas. Se soldaron aros donde se calzan las macetas cónicas. Para evitar las mangueras del riego por goteo, se eligieron plantas crasas, que sobreviven con el agua de lluvia y un riego semanal. Valeria Rohrer, paisajista
El metal como estructura decorativa
En el mercado existen chapas metálicas caladas que pueden usarse para “vestir paredes” e incluso para volverse un objeto focal entre las plantas. También pueden usarse formas geométricas puras, como círculos, cuadrados o polígonos, aros, dibujos realizados con planchuelas o varillas de hierro para trazos figurativos o abstractos.
Técnicas y pátinas para oxidar
Cuando el espesor de la chapa de hierro supera los 2 mm o el hierro es macizo, se puede lograr una terminación de óxido con una solución de ácido muriático diluido en agua aplicado antes de colocar la pieza al sol (que actúa como acelerante). Cuando se llega al tono deseado, se lava y se le aplica una laca transparente al agua. Para realizar una pátina, existen en el mercado pinturas que se aplican con rodillo o esponjas y luego se protegen con laca para aumentar la durabilidad.