Nena de 12 años acusa a su tío por abuso: lo grabó y logró prueba contundente
16.02.2020
El denunciado es tío de la víctima y está prófugo de la Justicia. Los fiscales sospechan que el delito se repetía desde que la niña tenía 6 años. Un caso aberrante.
El caso conmueve a toda la sociedad, y a medida que van surgiendo pruebas y testimonios, todo se hace más grave e indignante. Un hombre, ahora prófugo, está acusado por familiares de una niña de 12 años de edad, de abusar de ella.
La nena logró registrar parte de los hechos denunciados.
"Nosotros velamos por la seguridad física y psíquica de nuestra hija. Esto es demasiado para ella", dice Daniela, mamá de V., la ñiña en cuestión, que después de haber acusado varias veces a su tío de haber abusado sexualmente de ella sin consecuencias, consiguió evidencias para complicarlo de manera indiscutible.
Tanto Daniela como Pablo, el padre de la víctima, protegen la identidad de la nena.
Pablo y Daniela integran una familia grande y unida, hasta hace poco tiempo, del oeste del conurbano bonaerense. Se conocieron a los 15 años, a los 20 se casaron y tuvieron a su primera hija.
"Siempre la peleamos, trabajamos los dos. Primero alquilamos, después pudimos comprar nuestra casa. Le transmitimos lo mejor a nuestros chicos, lo que recibimos desde la infancia. Lamentablemente, no esperábamos esto", afirma Pablo.
Los paderes de V. denuncian como abusador a Leandro Martínez, de 43 años, esposo de la prima hermana de Pablo. La relación de V. con ambos siempre fue muy cercana. "Cuando V. tenía dos años, entró a la boda de ellos tirando pétalos de rosa. Su nene mayor es su primito más querido. Desde hace mucho, se quedaba a dormir en la casa, en el barrio cerrado La Tradición, de Moreno", cuenta Daniela.
[Nena de 12 años grabó a su tío abusador] Niña denunció a su tío por abuso.
Una noche de verano en 2018, Daniela y Pablo habían dejado a su hija en lo de Leandro y su mujer. "Paró un auto a la mañana frente a casa y era la mamá de una compañerita de V: 'Decime que V. está acá', gritó. Cuando le dije que estaba en lo de sus tíos, me contestó que me tenía que hacer escuchar algo, que mi hija estaba en peligro. Y me hizo oír los audios que mi hija le había mandado a la suya", sigue Daniela.
Esos audios eran impactantes y causaban terror. V. le contaba a su amigua: "Hola, no sabés lo que me pasó, mi tío me tocó la cola y la chucha. Estábamos los cuatro en la cama y me desperté con él tocándome. Yo cerraba las piernas y él hacía más fuerza. Como que me quiso violar".
Daniela y Pablo mostraron los audios a la suegra de Leandro, el abusador denunciado. Ella, llorando, les solicitó que no le dijeran nada a su hija (prima de Pablo) porque estaba embarazada tras muchos tratamientos y que ya había perdido cuatro bebés. Ellos se dejaron conmover, y retiraron de inmediato a su hija del country sin decir nada.
Como la nena les contó lo mismo y agregó otros detalles (dijo que había gritado 'tengo que hacer pis' y se había ido al baño para interrumpir la situación de abuso, y que se había quedado en shock y por eso no le había contado nada a su tía, esposa de Leandro), decidieron comunicarle la cuestión a la psicóloga de V. para que "lo trabajara con ella" en terapia.
Las visitas de V. a la casa de su primo comenzaron a hacerse más espaciadas. De todos modos, una vez, V. pidió permiso para ir con él a un pelotero. Pablo y Daniela dudaron, pero finalmente quedaron en que pasarían a buscarla después a la salida y que no se quedaría a dormir. A pesar de los cuidados, la chica aseguró que su tío le había tocado lascivamente la pierna nuevamente. "No quiero ir nunca más a lo de Leandro y la tía", dijo.
La situación dramática fue en aumento. Durante una clase de Educación Sexual Integral en la escuela, V. levantó la mano y delante de sus 35 compañeros contó: "A mí me pasa, mi tío abusó de mí". La mamá explica cómo siguió el trámite: "Se abrió un expediente. La maestra lo comunicó al gabinete psicopedagógico y derivaron la información a un centro de niñez, pero aún así, todavía entonces nos costaba enmarcar lo que había pasado en un hecho delictivo".
El hombre denunciado por los padres de la niña.
Pero había aún más.
"Hubo una fiesta familiar en lo de mis abuelos, acá al lado", recuerda Pablo. "En un momento, cuando yo llego del trabajo, V. empieza a insistir en que le quería mostrar varias mejoras que habíamos hecho en casa a Leandro. Me extrañó mucho, y la ignoré un rato. Pero de repente, cuando vi que tomaba la llave muy dispuesta, la acompañé".
V. hizo un tour que a su papá le pareció bastante extraño. Primero, fueron al fondo, a un quincho. Luego, llevó a Leandro a su habitación. En cada oportunidad en que su papá se separaba de ellos, él aprovechaba para manosearla. La cámara del cuarto de V. y de su hermanito, recién pintado lo captó claramente. El video donde se ve el abuso se convirtió en materia prima para la justicia.
Al salir del dormitorio, Leandro vio el monitor. Triunfante, V. le comentó, como al pasar: "¿Viste que mis papás pusieron cámaras de seguridad?" El hombre miró la cámara y al salir, presionó el cuello de la nena, como advertencia. "Me apretó el cuello y me dolió mucho", asegura ella.
Tras este infierno para la familia, ahora el acusado está prófugo. "Está prófugo. No usa el teléfono. No aparece en cámaras de peajes. Evidentemente está muy bien asesorado", apunta Pablo.
"Quiero que esté preso. Mi hija necesita que esté preso. Es lo mínimo que puedo hacer para reparar todo lo que le pasó", finaliza Daniela.
Fuente: CONSENSO PATAGONICO