Los mandatarios provinciales salieron a rechazar la iniciativa de la oposición. El temor de la desfinanciación.
10.12.2016
La media sanción del proyecto de Ganancias unificado por la oposición retumbó en las provincias. El impacto fiscal de la iniciativa provocó una catarata de rechazos de los gobernadores.
Sin importar los signos políticos ni simpatías con la Rosada, los mandatarios provinciales salieron a defender sus cajas que se verían menguadas, en caso, de que el Senado transforme en ley la modificación del Impuesto a las Ganancias. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, aseguró “no resuelve la inequidad impositiva y perjudica a las provincias” el proyecto que modifica Ganancias que fue acordado entre los bloques opositores en la Cámara de Diputados.
Durante un acto en la ciudad de Villa de María del Río Seco, el gobernador fue consultado por la iniciativa que obtuvo ayer media sanción y dijo: “Es un parche que no resuelve la inequidad impositiva para la gente y a su vez perjudica a las provincias porque les reduce sus recursos significativamente para el próximo año”.
El gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, intentó hacer equilibrio y fue más diplomático al expresar su esperanza en “que el Congreso actúe con responsabilidad para que tanto el Estado nacional como los estados provinciales no se desfinancien y tengan garantizados los recursos para seguir con sus prestaciones y servicios”. El neuquino Omar Gutierrez, en sintonía, pidió “no desfinanciar el Estado nacional y los Estados provinciales”. “Tenemos la expectativa de que el Senado de la Nación le de un tratamiento racional y sensato a este proyecto de reforma que tiene que ser sostenible en el tiempo”, manifestó.
El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, consideró “patética” la votación de Diputados sobre la modificación del impuesto a las Ganancias y advirtió sobre la imposibilidad de “pagar los sueldos”.
“Me parece patético que se haya impuesto el proyecto de Axel Kicillof y que el kirchnerismo haya arriado a otras fuerzas políticas en un proyecto que primero debió ser consultado con los gobernadores”, manifestó Morales.
El gobernador radical de Mendoza, Alfredo Cornejo, fue directo al hueso, pidió “sensatez en la administración” y evitar “la demagogia con el gasto público”. “Estas decisiones que a muchos les parecen muy simpáticas van a causar un deterioro de las cuentas fiscales provinciales y municipales. En la provincia entre 1500 y 2000 millones de pesos, en los 18 municipios alrededor de 400 millones anuales”, analizó.
El misionero Hugo Passalacqua reclamó “cautela, serenidad y solidaridad” y sostuvo que “más allá de las escalas y de los mínimos, lo de fondo es favorecer a la familia trabajadora pero sin perjudicar a las provincias en sus ingresos”. Y fue determinante: “Lo más trascendente, sobre todo en tiempos no fáciles, es la gobernabilidad”, señaló.
El gobernador de Corrientes Ricardo Colombi hechó mano al teorema de Baglini y sostuvo que uno “es más responsable o menos responsable según la cercanía al poder” y remató: “Sergio Massa y otros legisladores están muy lejos del poder y presentan “proyectos demagógicos que hoy son de imposible cumplimiento”.
Gustavo Bordet, gobernador de Entre Ríos, aseguró que “es necesaria la modificación de escalas del impuestos a las ganancias para los trabajadores, pero también a la vez es importante preservar los recursos de las provincias”. En tanto, Lisfchitz reconoció “el derecho que tienen los trabajadores para que sus salarios no sean castigados por los impuestos”, pero reclamó “tratar con la misma importancia el derecho de las provincias a mantener su masa coparticipable”.
“De los recursos provinciales dependen la suerte de millones de trabajadores públicos de las provincias y de sus comunas, lo mismo que las políticas de sustento social, de salud, de educación y de seguridad”, sostuvo.
Fuente: CONSENSO PATAGONICO