La UCR le ofrendó una foto de unidad a Macri con el 21F como telón de fondo
02.03.2018
Pocas horas después de la marcha que encabezó el dirigente camionero Hugo Moyano, el presidente Mauricio Macri recibió en la residencia de Olivos a una veintena de dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR), que eligió la jornada del 21F para realizar la reunión de su Comité Nacional, un día después del encuentro de balance de los dos años dentro de Cambiemos que hizo el partido centenario en el Hotel Savoy.
En ese lugar ya habían anticipado la necesidad de "mejorar el empleo, el consumo y bajar la tasa de interés", algo que el gobernador mendocino Alfredo Cornejo repitió a la salida de la cita, sin blanquear otro temor: el incremento de la inflación, un tema muy sensible para la historia del radicalismo desde la hiperinflación que anticipó la salida de Raúl Alfonsín en 1989 y la crisis terminal de la convertibilidad que definió la huída de Fernando De la Rúa en 2001 . "El radicalismo es plenamente Cambiemos, no lo vemos de afuera, tenemos que aportar cosas e influir en la agenda con temas populares y propuestas superadoras", remarcó el titular del partido.
Hace un rato terminamos nuestra primera reunión de mesa directiva del año. Vamos a redoblar nuestros esfuerzos para darle más impulso al cambio. ¡Adelante! pic.twitter.com/uXEPB3a9RS
— Unión Cívica Radical (@UCRNacional) 21 de febrero de 2018
Luego de dos días de debates, los radicales fueron a ofrendarle su apoyo, pero también parte de las críticas públicas que suavizaron esta semana, especialmente luego de la renuncia del subsecretario General de la Presidencia Valentín Díaz Gilligan, que dimitió un día después que el titular del interbloque de diputados de Cambiemos, Mario Negri, le sugiriera por twitter que se fuera para cuidar al gobierno. Con el camino tapizado con la renuncia del segundo de Fernando de Andreis, el mando de tropa del radicalismo se prestó para aportarle una foto de apoyo a Macri en medio de una marcha de protesta que sumó 400.000 personas en el centro porteño.
LOS DIVIDENDOS DE CONTENER A LILITA.
En rigor, Negri canalizó parte de la furia discreta de la Coalición Cívica, especialmente de Elisa Carrió, a quien distintas fuentes le adjudican días de “mucha bronca contenida” por el escándalo desatado por Díaz Gilligan, pero acumulado en las últimas semanas desde que el Gobierno decidió “dejar caer” la acusación por encubrimiento contra los exfiscales de la causa AMIA Eamon Müllen y José Barbaccia. “Lilita” arremetió contra el ministro de Justicia Germán Garavano y ordenó que su abogada de confianza, Mariana Stillman, abandone el cargo que tenía en la Unidad investigadora del atentado contra la mutual judía. Las cuitas empeoraron con una sutil denuncia pública sobre presuntas irregularidades en la venta de terrenos del Ejército, poco antes de la salida de su jefe Diego Suñer y su reemplazo por Claudio Pasqualini.
El Poder Ejecutivo solicitó hoy el pase a retiro del Sr General del Ejercito Argentino Diego Suñer. Envio el agradecimiento y reconocimiento profundo por su honestidad y compromiso con...
— Elisa Lilita Carrió (@elisacarrio) 15 de febrero de 2018
Como un espejo incómodo desde su origen, los radicales siguen de cerca las broncas de sus ex correligionarios de la Coalición Cívica, aunque Negri finalmente se encargó de contener el escándalo de Díaz Gilligan, como la punta del iceberg que conduce “Lilita”. Con ese mar de fondo, los radicales reorganizaron su tropa interna, especialmente para atizar las broncas partidarias por la “poca presencia” de la UCR en distintos cargos del Ejecutivo, por la ausencia de “resultados concretos ante la situación económica”. Las críticas no sólo están concentradas en las consecuencias del ajuste, sino en los daños electorales que le pueda propinar esa situación al radicalismo en las tres provincias que gobierna y en los municipios que administra. Ese combustible motoriza críticas y advertencias del radicalismo por otros casos, como el escándalo que protagonizó el ministro de Trabajo Jorge Triaca, cuando despidió a su empleada Sandra Heredia (que mantenía en negro) y las dudas que pesan sobre el ministro de Finanzas Luis Caputo, que cometió la misma omisión que Díaz Gilligan pero con más agravantes. Tal como reflejó este medio, Negri definió que “los ministros los nombra el Presidente”, como una forma de reducir los daños de las críticas partidarias.
CHOCOBAR LEJOS, PETRI AFUERA.
Otro punto caliente del partido centenario gira en torno al respaldo que le ofreció Macri al policía municipal Luis Chocobar y a las iniciativas que impulsó el diputado mendocino Luis Petri, para bajar la edad de imputabilidad penal, un movimiento que le generó duras críticas de sus correligionarios, especialmente por expresar más posiciones del PRO que de la UCR. Petri no habló en el cierre del encuentro de balance ni apareció en la reunión en Olivos.
Comparto con uds una nota que escribí sobre el uso de la fuerza por el estado
— Ricardo Gil Lavedra (@rgillavedra) 14 de febrero de 2018
Los riesgos de la demagogia punitiva https://t.co/RqSmmeoAzR vía @LANACION
Esos chispazos fueron resueltos en las entrañas de la UCR, pero transmitidos a Cambiemos antes de la reunión en Olivos, donde los caciques boiniblancos fueron recibidos por Macri, su jefe de Gabinete Marcos Peña, el ministro del Interior Rogelio Frigerio y el secretario General de la Presidencia, en el marco de una agenda de “mucho trabajo” dentro de la residencia oficial que incluyó a funcionarios que trasladaron sus tareas, por un día, de la Casa Rosada a Olivos.
#CarnavalJujeño: junto a @marquitospena, @herlombardi y @JCanoOK celebramos en Purmamarca el tradicional desentierro del carnaval. #SoltameCarnaval ???? pic.twitter.com/edpza7Is4k
— Gerardo Morales (@MoralesGerardo1) 10 de febrero de 2018
Por la UCR, además de Cornejo, estuvieron los gobernadores de Jujuy, Gerardo Morales; de Corrientes, Gustavo Valdés; el titular del interbloque de senadores nacionales de Cambiemos, Luis Naidenoff; el diputado nacional José Cano; el intendente de Santa Fe, José Corral, y el ex mandatario correntino, Ricardo Colombi, entre una veintena de figuras, donde el interlocutor más activo fue Negri, que también participó la semana pasada de un tramo del último “retiro espiritual” que encabezó Macri en la residencia vacacional de Chapadmalal con todos sus ministros: una instancia política que dentro del PRO tiene más importancia que sus reuniones de Consejo Nacional a nivel partidario.
Fuente: Letra P