En Brasil se profundiza la grieta impiden desde tribunal y confirman la condena contra Lula Da Silva y peligra su candidatura
25.01.2018
La apelación que presentó el líder del PT fue rechazada por los jueces, que lo dejaron casi sin chances de pelear en las elecciones. Las consecuencias políticas de la decisión son impredecibles.
Con fallo unánime de sus tres miembros, el Tribunal de Porto Alegre le dio por perdida la “pelea” a Luiz Inácio "Lula" da Silva y redujo sensiblemente sus posibilidades de ser candidato a presidente de Brasil en las elecciones de octubre próximo. Como tiene aún otras instancias de apelación, el ex dos veces presidente no irá aún preso pero la ley de “ficha limpia” – paradójicamente impulsada bajo su último mandato – establece que no puede ser elegible una persona condenada por un cuerpo colegiado. El 0-3 en contra, le impide, además, recurrir a un inexistente fallo en minoría como argumento.
Pero más allá de lo judicial, el fallo tiene importantes consecuencias políticas. La primera de ellas es que ahonda la “grieta” versión brasileña. Los seguidores de Lula – que encabeza todas las encuestas – están convencidos de que la decisión del tribunal, como lo fue la de primera instancia del juez Sergio Moro, no es judicial sino política, que está impulsada por factores de poder internos y externos y que tiene como principal objetivo evitar la postulación y probable triunfo del ex obrero metalúrgico. Sus detractores, en cambio, destacarán que la justicia brasileña no le teme a la “política” y reafirmarán sus preconceptos de que Lula y la mayoría (o todos) los miembros de su partido son corruptos irredimibles.
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18:15 - 24 ene. 2018
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Otra consecuencia es que el putrefacto sistema institucional brasileño sufre una nueva mácula. Más allá de la verosimilitud o no de la condena a Lula – muchos juristas independientes la consideran “floja de papeles” – el daño al sistema es notable. Si es efectivamente culpable, porque el acusado es quien fuera dos veces presidente, lograra sacar de la pobreza extrema a más de 30 millones de brasileños, posicionara a su país como parte del nuevo esquema de poder global (en el grupo BRICS) y llegara a ser calificado por Barack Obama como el “más popular del mundo”.
Y si es inocente, porque la condena pondría en cuestión al único poder institucional de Brasil que aún goza de cierto margen de confianza. El Legislativo tiene más de la mitad de sus miembros envueltos en casos de corrupción y el Ejecutivo solo se sostiene porque los integrantes del anterior, en defensa propia, frenaron los pedidos de destitución basados en escandalosas grabaciones que dejaban en evidencia la complicidad del presidente Michel Temer en el caso de los sobornos del frigorífico JBS.
"Vamos a confirmar la candidatura de Lula en la convención partidaria y la vamos a inscribir el 15 de agosto, siguiendo rigurosamente lo que establece la Legislación electoral. Si creen que la historia termina con la decisión de hoy, están equivocados" http://www.agenciapacourondo.com.ar/patria-grande/partido-de-los-trabajadores-no-nos-rendimos-ante-la-injusticia-lula-es-el-candidato …
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Como en Venezuela, la única expectativa de redención democrática para el gigante sudamericano pasa por las elecciones presidenciales. Si Lula efectivamente no llega, el PT podría postular al ex gobernador de Bahía, Jaques Wagner. Pero cuidado: estamos hablando de Latinoamérica, territorio hostil a resolver los conflictos de manera racional y pacífica. La consigna del PT hoy en Porto Alegre era “sin Lula es fraude”. Nada indica que Lula y su base militante vayan a aceptar mansamente esta proscripción judicial, simplemente postulando un candidato alternativo.
El concepto de democracia de baja intensidad que hace ya varias décadas acuñara el politólogo Guillermo O’ Donnell, calza nuevamente perfecto para esta coyuntura en Brasil. La idea de partidos políticos diferentes que acuerden y respeten reglas comunes para resolver dentro de la ley y la institucionalidad sus diferencias y que tengan acuerdos de trazo grueso en cuestiones relevantes para el país, es cada día más utópica en este marco de conflicto permanente que sedimenta además revanchas futuras que aún no están escritas.
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Los candidatos afines al mercado se esperanzan con que el freno a Lula sea definitivo y que su caída no solo impida también el ascenso de un candidato “blue” del PT sino que además arrastre a su contraparte, el ultraderechista Jair Bolsonaro quien crece en las encuestas como candidato antisistema pero también anti Lula. Bolsonaro reproduce en lo económico el discurso pro mercado, pero en cuestiones valórica horroriza a los globalistas. Es racista, misógino, homofóbico, defiende la tortura y reivindica la última dictadura militar. No es lo ideal. El mercado quiere un presidente que haga los ajustes necesarios para que crezca la economía pero en lo posible, con buenos modales.
Fuente:Letra P
Fuente: CONSENSO PATAGONICO