Guy Ryder: Debe haber políticas de mercado de trabajo centradas en los sectores más vulnerables
26.11.2017
El director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebró que la Argentina vuelva a tener cifras oficiales sobre la actividad laboral infantil
Guy Ryder, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) desde 2012, visitó días atrás la Argentina, para participar de la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil, que se realiza cada cuatro años en una ciudad diferente del mundo.
En esta ocasión, Buenos Aires fue elegida como sede. Al no tratarse de una visita bilateral, Ryder, que actuó en el sindicalismo británico -y quien habla un perfecto español- evitó referirse en profundidad a la coyuntura argentina, pero destacó que el país vuelva a publicar datos sobre la pobreza luego de 13 años sin cifras oficiales. En concreto, se refirió al informe de la Encuesta de Actividades de Niñas, Niños y Adolescentes (Eanna), que presentó el Ministerio de Trabajo y que indica que hay 715.484 chicos de entre 5 y 15 años que trabajan en la Argentina (es el 9,4% del total). Además, Ryder se refirió a la alta informalidad que hay en América latina y el Caribe, a pesar del progreso económico de los últimos años.
-La OIT tiene un objetivo muy concreto, que es el de eliminar el trabajo infantil para 2025. ¿En qué situación se está?
-Es una meta que figura en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, un compromiso de la comunidad internacional. En este momento, nos quedan 152 millones de chicos que trabajan y esa es una cifra enorme. Sin embargo, hay que recordar que en los últimos 20 años hemos reducido la cantidad en 100.000 millones, así que no es un objetivo no tan imposible.
-Usted había dicho que esa reducción se fue desacelerando en el último tiempo.
-Es muy extraño, llevamos 20 años monitoreando el progreso y los últimos cuatro años han sido bastante malos; sobre todo en África, entre los chicos más jóvenes y entre las mujeres. Creo que, entre los factores, está el tema de la voluntad política de los países de eliminar el trabajo infantil. El segundo elemento son las condiciones en los mercados de trabajo en la economía global: algunos cambios favorecen la eliminación del trabajo infantil y otros cambios hacen lo contrario.
-Los subsidios como la Asignación Universal por Hijo, ¿ayudan a cumplir esta meta?
-Sí, ayudan. Hay cuatro elementos de una estrategia que es larga. El primero es la legislación de cada país y que se lleve adelante una inspección efectiva por parte de los gobiernos. La legislación tiene que ser conforme a las normas internacionales de trabajo y a los convenios de la OIT, ratificados por la gran mayoría de los países. El segundo elemento es la protección social. El tercero, que haya una educación de calidad para que los chicos vayan a la escuela. Por último, que haya políticas de mercado de trabajo centradas en mejorar la situación de los sectores más vulnerables: el rural, el informal y el textil. Y hay que trabajar en los países que están en condiciones de conflicto, de violencia, de fragilidad.
-Se informó que hay más varones que mujeres entre los 152 millones de chicos que trabajan.
-Hay 88 millones de varones y 64 millones de mujeres. Eso depende mucho de los tipos de trabajo que se hacen. En el sector rural, la mayoría de los trabajos los hacen los niños. Pero, por ejemplo, en la Argentina hay una fuerte concentración en el trabajo doméstico, donde hay más niñas. En otros casos, también depende del acceso a la educación. Muchas veces las familias prefieren mandar al varón antes que a la mujer al colegio. Hay muchos factores, pero estamos progresando menos con las niñas que con los niños.
-¿Qué conclusión saca de los datos de la Argentina en particular?
-Para mí, lo más importante de este informe, sin haberlo visto todavía en detalle, es que existe. Hay que felicitar al Gobierno, que ha decidido dar el primer paso para tener la información necesaria. Sin esta clase de información hay dos problemas: uno es la negación, y a muchos países les cuesta reconocer que tienen problemas de trabajo infantil. Segundo, es imposible construir estrategias eficaces si no se comprende bien el fenómeno que se intenta abordar. Que exista un informe me parece importante.
-Usted dijo que, a nivel global, el 70% del trabajo infantil sucede en el sector agrario. Sin embargo, en la Argentina la mayoría de los menores hacen tareas domésticas.
-Cada país tiene sus particularidades y hay que ajustar las estrategias nacionales a esas realidades. Ese es el gran valor de este informe. En la Argentina hay más niñas que niños trabajando y lo hacen en el ambiente doméstico. Una forma de combatir el problema será invirtiendo más en los espacios de cuidado, para que el menor no sea quien se quede en la casa ocupándose de sus familiares.
-Usted vino al país hace dos años. ¿Qué cambios nota?
-Llevo muchos años viniendo a la Argentina, pero nunca se ha hablado tanto del tema de trabajo infantil. Lo mismo ocurre en otras partes del mundo. Uno se puede preguntar por qué es así. Creo que es por un tema de conciencia internacional. Con la agenda 2030, la existencia del compromiso de eliminar el trabajo infantil de aquí a 2025 ha movilizado un interés con voluntad política. Es un ingrediente absolutamente esencial. Si no hay voluntad política no vamos a hacer gran cosa. Este informe que se publicó en la Argentina refleja la voluntad política.
-¿Cómo ve a América latina comparada con otras regiones?
-Las cifras en América latina son relativamente bajas comparadas con África y Asia. Eso no tiene que ser motivo de satisfacción. La región y los mercados laborales de este continente tienen un punto débil que es la informalidad. Con todo el progreso que ha tenido el continente en las últimas décadas, las tasas de informalidad son muy elevadas. Casi 50% de los que trabajan en América latina y el Caribe lo hacen en la informalidad. También me preocupa que después de una década de fuerte progreso, algunas economías están encontrando problemas importantes en su crecimiento. Esto va a tener un impacto en los mercados de trabajo, que puede generar consecuencias en el trabajo infantil.
Minibio
Cargo: Director general de la OIT
Profesión: Esudió política en la Universidad de Cambridge
Habilidades: Fue director de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres
Fuente: Consenso Patagonico