Desindustrialización: "La política de Macri es la miseria planificada", acusó Alicia Castro

“Lo que pude aportar fue cómo desde Londres, en concordancia con la política de hacer de Malvinas una causa regional y global, pudimos ganar consenso para el diálogo desde la embajada, en las cuatro naciones que integran el Reino Unido. Las recorrimos, tuvimos mucho apoyo de sindicatos, de organizaciones sociales, pacifistas que protestan junto con nosotros en contra de la militarización del Atlántico Sur; de ambientalistas que saben de la exploración y explotación de petróleo en las islas que, sin una logística en el continente, podría terminar en un desastre ambiental”, indicó por Radio Provincia sobre los avances dentro del Reino Unido y a favor del reclamo de soberanía.

También expuso la postura desde la visión más práctica de los británicos que, “frente al ajuste que se vive en el Reino Unido, no quieren ver invertidos sus impuestos en una base militar para impedir una invasión que nunca ocurrirá”, lo que permitió avanzar en la construcción de consensos.

La ex embajadora dio cuenta del punto de quiebre con la firma del acuerdo en septiembre pasado, entre la Cancillería argentina y la británica, que da marcha atrás a estos avances. En su exposición en Río Grande, dio a conocer el manifiesto “que recogió muchas firmas, en rechazo del acuerdo que ha firmado el gobierno actual con la cancillería británica, en el que se comprometen a relevar los obstáculos para el crecimiento económico de las islas, en especial en hidrocarburos, pesca y navegación. Esto quiere decir que en el gobierno nacional están abocados a desmantelar todas las medidas jurídicas, legislativas y administrativas que ha tomado la Argentina para proteger los recursos naturales”, aseguró. 

Consideró que “Río Grande es un buen lugar desde donde decirle al gobierno de Macri que  los recursos de Malvinas son de los 40 millones de argentinos”, por lo cual consideró valiosa la iniciativa del Municipio.

Para la ex embajadora hay un plan deliberado, una política de la gestión macrista, que va más allá de una falta de compromiso con el proceso de malvinización que se venía dando. “En este acuerdo no reclaman soberanía, no protestan por la base militar que tiene aviones de combate, buques de guerra, misiles, equipos sofisticados de espionaje y hasta un submarino nuclear. Este es un acuerdo inspirado por Macri como responsable de la política exterior de la Argentina y representa un enorme retroceso. La visión de Macri de ‘volver al mundo’, es ceder ante los poderosos, y además tiene un plan económico que contribuye a eso”, sostuvo.

“Ayer, reflexionando en Río Grande, también tuve una reunión con sindicalistas, viendo que hay seis mil puestos de trabajo menos y la desesperación de los trabajadores que se vuelven a caer del mundo como en los años ’90, viendo el cierre de fábricas provocado por la apertura indiscriminada de la economía y por la inflación y el alto costo de vida que achica el poder de compra de todos los argentinos. En el caso de Tierra del Fuego, desindustrializar es también desmalvinizar”, subrayó.

Recordó que “una de las excusas que usan los habitantes de Malvinas para decir que no quieren ser argentinos es que tienen un mayor ingreso per capita que en la Argentina continental. Esto no era así hasta hace poco, con pleno empleo; pero ahora pueden empezar a hacer una mala comparación por las malas políticas del gobierno”.

Y adhirió a las declaraciones del ex ministro Roberto Lavagna, con la aclaración de que “no es una persona de mi sector político”, quien ha dicho que “la política económica del gobierno de Macri es igual a la política de la dictadura militar y a la de los años ’90. Esto quiere decir la miseria planificada”, sentenció.

El compromiso del gobierno de Macri con Malvinas “es nulo –sostuvo Castro-. Cuando a mí me preguntan quién hace la política al gobierno de Macri, yo conozco bien la línea técnica de la Cancillería, y había un gran compromiso con Malvinas de los cuadros técnicos. Eso me consta, porque han sido mis jefes o mis subordinados, cuando era embajadora. Sé que están en desacuerdo con el acuerdo firmado en septiembre. El texto que habla de remover los obstáculos que impiden el crecimiento económico de las islas y el desarrollo sustentable en materia de hidrocarburos, pesca y navegación, es un texto calcado de las pretensiones británicas y lo conozco bien porque he estado muchas veces en el Foreign Office”.

“Desindustrializar es desmalvinizar, porque la decisión de poblar Tierra del Fuego con trabajadores que vinieron de distintas provincias, de darle un régimen especial, fue una decisión geoestratégica. Las islas Malvinas dependen de la provincia de Tierra del Fuego y se empieza a corresponder con esa excusa que usan los habitantes de Malvinas para renegar de su ciudadanía argentina, cuando dicen que tienen un mejor pasar siendo territorio británico. Si ahora miran el panorama de desindustrialización de Tierra del Fuego, resuena esa excusa”, expresó.

“De todos modos el territorio va a seguir siendo argentino y esperamos entre todos recuperar una política de estado en defensa de los intereses de la Nación, y no una política de entrega como la del Presidente Mauricio Macri”, concluyó.

Fuente: Sur54