Aumentó la desocupación entre los jóvenes salteños, el presidenciable de Rosana Bertone
03.10.2017
Entre las mujeres de hasta 29 años el desempleo fue de 17,3% en el primer trimestre. Entre los varones llegó al 15,6%. Hay más personas de esa franja etaria subsidiadas.
La Oficina de Empleo (España 277) organiza capacitaciones laborales para los jóvenes que reciben subsidios. Pablo Yapura
Los jóvenes siguen relegados en el mercado laboral salteño, más aún en estos tiempos cuando el empleo no termina de recuperase tras un largo periodo de recesión. Los últimos datos del Indec dan cuenta que la tasa de desocupación local entre las personas de hasta 29 años creció en el primer trimestre del año y es más del doble que la media de la población que no consigue trabajo.
De acuerdo con el organismo nacional de estadísticas, desde enero a marzo pasado el índice de desempleo del aglomerado Salta (capital y municipios colindantes) entre las mujeres de hasta 29 años fue de 17,3% y en los varones del mismo rango etario llegó a 15,6%.
En comparación con el cuarto trimestre de 2016, el incremento de la desocupación entre los jóvenes fue exponencial, a pesar de que los tres primeros meses del año es cuando históricamente existe más demanda laboral. Para la franja masculina, la falta de trabajo creció tres puntos en relación con el período anterior, cuando estaba en 12,6%, y en la femenina el incremento fue de siete puntos (estaba en 11%).
La media salteña de desempleo entre octubre y diciembre pasado, sin embargo, fue similar a la del primer trimestre de 2017, pasó del 7,1 al 7,3 por ciento de las personas que buscan trabajo.
Para el ministro de Trabajo de la Provincia, Eduardo Costello, hay menos empleo para los jóvenes simplemente porque no se generó demanda y quienes se incorporaron a la población económicamente activa, desde los 18 años, incrementaron la masa de desocupados de hasta 29 años.
“En un año de retracción económica, en la que las pequeñas y medianas empresas sostuvieron el empleo pero no ampliaron su planta de personal, la franja de los jóvenes es la que más se ve perjudicada”, dijo el funcionario a El Tribuno.
Sin oportunidades
La crisis laboral también se refleja en la cantidad de jóvenes que recurrieron en los cinco primeros meses del año a la Oficina de Empleo de la Municipalidad capitalina para cumplir con los requisitos de capacitación exigidos en los programas nacionales de asistencia social para esa franja.
De acuerdo con los datos de la Subsecretaría de Trabajo y Promoción de Empleo de la comuna, entre enero y mayo pasado fueron 4.950 las personas de 18 a 24 años de edad asistidas en la Oficina de Empleo. En el mismo período del año pasado, en tanto, se registraron 3.760 atenciones. El incremento interanual de la demanda fue del 31%.
De la cantidad de jóvenes que asistieron a la dependencia municipal hasta mayo pasado solo 300 fueron contratados por empresas para realizar prácticas laborales o ingresar en planta temporaria. Hasta el mismo mes de 2016, 242 personas tuvieron la misma oportunidad de empleo.
“Las pequeñas y medianas empresas que recurren a nuestro banco de trabajo es para solicitar principalmente personal para atención al cliente en hotelería, gastronomía y comercio. En un menor porcentaje se busca empleados para empresas del Parque Industrial”, señaló a este medio la subsecretaria de Trabajo y Promoción de Empleo, Mariana Aguer.
El 55% de las personas de hasta 24 años que acudieron al organismo pertenecen al plan Jóvenes por Más y Mejor Trabajo y el resto son de Progresar.
El primer programa está destinado para quienes no cuentan con educación primaria o secundaria completa y estén desempleados. El objetivo es que terminen su escolaridad e integrarlos al mundo laboral. El Estado les otorga $1.050 mensuales y como contraprestación deben realizar alguno de los cursos de formación que ofrece la Oficina de Empleo. Si es que ingresan a una empresa para efectuar prácticas, el subsidio se eleva a $3.600 y los empleadores no tienen erogaciones.
El plan Progresar también es para jóvenes que deben completar su escolaridad básica o cursen estudios superiores o de formación de oficios habilitados por el Ministerio de Educación. El monto de la prestación es de $900.
Pablo Ferrer Fuente El Tribuno
Fuente: Consenso Patagonico