El Papa Francisco les dio un ultimátum a los sacerdotes de Nigeria
12.06.2017
Un castigo del Papa Francisco sin precedentes se abatió sobre la diócesis nigeriana de Ahiara, a la que pensó incluso suprimir, al reclamar a cada sacerdote que le envíe una carta en la cual expresa la "obediencia total al Papa" y la disposición a "aceptar" a quien él designe.
El caso data de 2012, cuando Benedicto XVI nombró como obispo de ese lugar a Peter Okpaleke, de la etnia Ibo, el cual nunca pudo asumir porque desde entonces fue rechazado.
El Pontífice argentino les dijo a los sacerdotes nigerianos den una reunión privada: "La carta de aceptación de la designación de Okpaleke debe ser respondida antes del 9 de julio y quien no lo haga, 'ipso facto' será suspendido 'a divinis' y dejará su oficio de sacerdote".
Peter Okpaleke fue nombrado obispo en 2012 por el Papa Benedicto XVI. Desde hace cinco años no lo dejan asumir el cargo. Y Francisco puso punto final al caso.
El durísimo discurso del Papa, publicado en el Osservatore Romano, fue pronunciado el 8 de junio ante una delegación de la diócesis de Ahiara, encabezada por el cardenal John Onaiyekan, administrador apostólico de esa localidad, y de la cual formaba parte monseñor Okpaleke, designado en 2012 por el entonces papa Benedicto XVI. para conducir la diócesis.
Luego que Francisco pronunció el discurso que señala las normas severas frente a los "rebeldes", el prefecto para la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el cardenal Fernando Filoni, pidió al Papa, "el cual aceptó", que para cerrar el caso, la diócesis de Ahiara, con su obispo, haga una peregrinación a Roma y encuentre al Papa.
Poco antes de Filoni, el administrador apostólico de la diócesis, (una especie de comisario extraordinario) el cardenal Onayekan, "pronunció palabras de agradecimiento" al Pontífice. Detrás de las palabras tranquilizadoras del diario vaticano, conociendo la determinación del gobierno de Onayekan, arzobispo de Abuja, ese sentimiento de gratitud por la intervención papal hace pensar en un respiro por la solución pensada para una situación pesada que dura cuatro años.
Por problemas tribales, algunas etnias se oponen a que Okpaleke asuma su cargo.
En la audiencia con el papa Francisco, estaban presentes, por la Curia el secretario de Estado, Pietro Parolin, y, además de Filoni, los superiores de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. En la delegación nigeriana, además de los obispos, estuvieron presentes también algunas monjas, y el "jefe tradicional por cuenta de los fieles laicos", Pius Iwu.
Francisco, en su discurso, dijo también estar "muy triste" y "profundamente dolorido" por el caso. Además agradeció a monseñor Okpaleke por la "santa paciencia" demostrada y manifestó un "gran dolor hacia estos sacerdotes que fueron manipulados, tal vez desde el exterior y de fuera de la diócesis". Y agregó en su mensaje: "Considero que no se trata de un caso de tribalismo sino de apropiación de la viña del Señor. La Iglesia es madre y quien la ofende comete un pecado mortal, es grave. Por eso se decidió no suprimir la diócesis".
África es uno de los continentes donde la Iglesia católica está creciendo. Los fieles y el clero allí a menudo mezclan sus prácticas católicas con la cultura local, en contraste dinámico con las rutinas más tradicionales en Europa o América del Norte.
La plana mayor del clero nigeriano. Escucharon un durísimo mensaje del Pontífice argentino.
La decisión de Francisco de poner fin a la desobediencia al Vaticano tiene como objetivo asegurar que la Iglesia en crecimiento siga siendo leal al Pontífice.
Sus comentarios a la delegación visitante indicaron cuán peligroso ve cualquier rebelión contra la autoridad papal. Aquellos sacerdotes que se oponen a que Okpaleke asuma su cargo"quieren destruir la Iglesia, lo cual no está permitido", dijo Francisco en su discurso a la delegación. Francisco agregó: "el Papa no puede ser indiferente" a la rebelión.
Fuente: Infobae