¿Cuánto cuesta el oxígeno electoral? El Tesoro de EE.UU. entra en escena y la soberanía argentina queda en suspenso
23.09.2025
Mientras el gobierno de Javier Milei negocia un salvataje financiero con el Tesoro norteamericano, todo el arco opositor exige explicaciones. ¿Qué se entrega a cambio? ¿Litio, bases militares, silencio? La “timba” avanza, pero el Congreso y la sociedad piden rendición de cuentas. ¿Estamos ante un nuevo capítulo de endeudamiento condicionado o frente a una cesión encubierta de soberanía?
¿Cuánto cuesta el oxígeno electoral? El Tesoro de EE.UU. entra en escena y la soberanía argentina queda en suspenso
Mientras el gobierno de Javier Milei negocia un salvataje financiero con el Tesoro norteamericano, todo el arco opositor exige explicaciones. ¿Qué se entrega a cambio? ¿Litio, bases militares, silencio? La “timba” avanza, pero el Congreso y la sociedad piden rendición de cuentas. ¿Estamos ante un nuevo capítulo de endeudamiento condicionado o frente a una cesión encubierta de soberanía?
La política argentina vuelve a girar en torno a una palabra que nunca pasa de moda: deuda. Esta vez, no es el FMI ni un organismo multilateral. Es el Tesoro de los Estados Unidos, en plena campaña electoral de Donald Trump, el que aparece como salvador financiero del gobierno de Javier Milei. Pero el precio del auxilio aún no se conoce. Y eso, justamente, es lo que enciende todas las alarmas.
Desde Unión por la Patria hasta el Frente de Izquierda, pasando por radicales y referentes de Encuentro Federal, la oposición coincidió en algo poco habitual: el repudio a una negociación que se realiza a espaldas del Congreso y de la sociedad. Germán Martínez, jefe del bloque UxP, lo resumió en cinco puntos críticos: reservas, oportunidad de la operación, condicionalidades, autorización parlamentaria e información cruzada con el Congreso de EE.UU. ¿Qué se está negociando? ¿Bases militares en Tierra del Fuego? ¿Recursos naturales como el litio o el agua dulce? ¿Silencio diplomático ante disputas geopolíticas?
El senador Martín Lousteau fue aún más explícito: “Trump no hace nada gratis. Tiene intereses en el Atlántico Sur y ya lo demostró con el canal de Panamá. ¿Qué busca ahora en la Patagonia?”. La pregunta no es menor. En un contexto de disputa global entre EE.UU. y China, cualquier acuerdo bilateral con condicionalidades estratégicas puede implicar una cesión de soberanía encubierta.
Oscar Parrilli, desde el Senado, fue lapidario: “Se quemaron los dólares del FMI. Ahora buscan oxígeno para llegar a octubre. Pero esto no es gratis. Ni para los recursos naturales ni para la vida de los argentinos”. La frase condensa el diagnóstico de muchos: el gobierno está “tirando la pelota para adelante”, sin resolver los problemas estructurales, y apelando a salvatajes que podrían hipotecar el futuro.
Desde el Frente de Izquierda, Nicolás del Caño y Myriam Bregman denunciaron que el gobierno evita el debate público porque sabe que cada nuevo endeudamiento implica pérdida de soberanía y ajustes sociales. “¿La Patagonia? ¿La cordillera? ¿El litio?”, se preguntan. Y advierten que el acuerdo debe ser desconocido si no pasa por el Congreso.
Pero no solo se trata de lo que se negocia. También importa cómo se negocia. La Ley 27.612 exige que todo endeudamiento externo sea aprobado por el Congreso. Y sin esa aprobación, cualquier compromiso asumido por el Ejecutivo carece de legitimidad institucional. Leopoldo Moreau lo dijo sin rodeos: “Si no hay aprobación parlamentaria, nada nos compromete a cumplir con ese acuerdo”.
En paralelo, Marcela Campagnoli, de la Coalición Cívica, ironizó sobre el “casino del Norte” y preguntó si se viene otro plan “platita” para llegar a las elecciones. Ricardo Alfonsín, desde Proyecto Sur, fue más duro: “EE.UU. no ha sido generoso con quienes se alinean automáticamente. Los usa hasta que no le sirven más. Fíjense en Ucrania”.
La pregunta que sobrevuela todo el debate es incómoda pero inevitable: ¿cuánto cuesta el oxígeno electoral? ¿Qué está dispuesto a entregar el gobierno para sostener una ficción de estabilidad hasta octubre? ¿Y qué rol juega el Congreso en este escenario?
En tiempos donde la política se mide en likes y posteos virales, la diputada Campagnoli cerró su mensaje con una sigla que resume el clima de época: “LaTimbaAvanza ya no más LLA: ahora la sigla es LTA. Fin.” Un juego de palabras que condensa el hartazgo y la desconfianza.
Pero más allá de los cruces partidarios, lo que está en juego es mucho más profundo: la soberanía, la transparencia institucional y el derecho de la sociedad a saber qué se negocia en su nombre. Porque si el Tesoro de EE.UU. entra en escena, no lo hace por altruismo. Lo hace por intereses. Y esos intereses pueden chocar con los nuestros.
La historia argentina está plagada de acuerdos que prometían estabilidad y terminaron en ajuste, pobreza y dependencia. Este nuevo capítulo, aún en borrador, merece ser discutido con seriedad, con datos y con participación democrática. Porque si el precio del oxígeno electoral es la entrega de recursos estratégicos, entonces no estamos ante una solución, sino ante una nueva forma de saqueo.
Fuente: CONSENSO PATAGONICO