Cristina Kirchner condenada: ¿Justicia o proscripción política en tiempos de crisis?
10.06.2025
La confirmación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner por la Corte Suprema marca un punto de inflexión en la crisis política y económica de Argentina. Mientras el gobierno de Milei enfrenta una situación social cada vez más compleja, la movilización popular y las declaraciones de la expresidenta abren el debate sobre el rol del poder económico en la Justicia.
Cristina Kirchner condenada: ¿Justicia o proscripción política en tiempos de crisis?
La confirmación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner por la Corte Suprema marca un punto de inflexión en la crisis política y económica de Argentina. Mientras el gobierno de Milei enfrenta una situación social cada vez más compleja, la movilización popular y las declaraciones de la expresidenta abren el debate sobre el rol del poder económico en la Justicia. ¿Se trata de una condena legítima o un intento de proscripción política?
El fallo de la Corte Suprema que ratifica la condena de Cristina Fernández de Kirchner y su inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos ha desencadenado una reacción inmediata en la sociedad y en la dirigencia política. Mientras la expresidenta aguardaba la resolución en la sede del PJ, el clima de tensión y movilización crecía en las calles, marcando un nuevo capítulo en la resistencia peronista.
Desde su discurso, CFK dejó claro que este fallo no es una simple cuestión judicial, sino que forma parte de una estrategia de disciplinamiento político. "El poder económico puede tropezar una vez, pero no dos", afirmó, en alusión a quienes realmente manejan los hilos detrás del actual gobierno. La mención de los jueces Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti como "monigotes" del poder concentrado refuerza la idea de que el proceso judicial ha estado teñido de intereses ajenos a la imparcialidad que debería garantizar la Corte.
El contexto no es menor: Argentina atraviesa una crisis económica profunda con un gobierno de Javier Milei que ha impuesto recortes brutales, generando un descontento creciente entre los sectores populares. La oposición peronista se enfrenta a un dilema clave: reorganizarse de cara a un eventual colapso del modelo libertario que, según Cristina, "no tiene final feliz". Esta visión no solo es compartida por sus seguidores, sino que también cobra fuerza entre otros actores políticos y sindicales que ven cómo se agudiza el conflicto social.
Las manifestaciones en apoyo a CFK no tardaron en multiplicarse por el país. La militancia, los sindicatos y referentes políticos han señalado que la condena no es más que un intento de neutralizar a una de las figuras clave del movimiento peronista. La presencia de líderes como Axel Kicillof, Sergio Massa y Juan Grabois en la sede del PJ demuestra que la situación ha trascendido lo estrictamente judicial y que lo que está en juego es mucho más grande: el futuro del campo nacional y popular en un contexto de crisis económica y gobernabilidad incierta.
La historia argentina ha mostrado en múltiples ocasiones que las persecuciones políticas contra quienes promueven modelos de inclusión y redistribución del ingreso no son excepcionales. Desde Perón hasta el presente, los intentos de proscripción han sido herramientas utilizadas para condicionar el escenario electoral. Hoy, con Cristina condenada y el gobierno de Milei en una encrucijada, la pregunta es inevitable: ¿estamos ante una decisión judicial justa o ante una estrategia para consolidar un nuevo ciclo de exclusión política?
Fuente: CONSENSO PATAGONICO