Patagonia andina en sus matices otoñales
25.04.2017
Otoño, una de las mejores estaciones del año para disfrutar la belleza que nos brinda la patagonía. Los bosques cordilleranos muestran en sus parques nacionales matices cromáticos bellísimos, con sus montañas que se van cubriendo de nieve, reforzando así el contraste del cielo contra los rojos, amarillos y ocres de los miles de árboles que cubren las laderas
El otoño es una de las mejores épocas del año para visitar la Patagonia andina, con sus bosques de lengas, cohiues, ñires y varias otras especies arbóreas, que se visten de deslumbrantes colores ocres, amarillos, rojos y hasta naranjas.
El Parque Nacional Nahuel Huapi, con epicentro en Bariloche, proporciona tradicionales paseos como los de los circuitos Chico y Grande, en donde la naturaleza pareciera vestigarse con una gala especial para recibir a los visitantes.
Este parque nacional, cuyo territorio se distribuye entre las provincias de Río Negro y Neuquén, tiene en Villa La Angostura y sus adyacencias, los paisajes cromáticamente más llamativos de cada otoño.
En tanto, el Parque Nacional Lanín que está ubicado en el sur de la provincia de Neuquén, es otro de los “paraísos” otoñales de este privilegiado sector de nuestro país.
Desde su cónica presencia, el volcán Lanín semeja un celoso guardián del bosque andino-patagónico que aquí expone el singular paisaje conformado por las únicas araucarias o pehuenes protegidas a nivel nacional.
El lago Huechulafquen, bordeado en un gran tramo por espesa selva valdiviana, es uno de los sectores de la Patagonia andina más coloridos durante el otoño.
El desaparecido poeta y cantor neuquino Marcelo Berbel, en una de sus composiciones dijo que “en otoño” Huechulafquen es “un duende pintor de cordilleras”.
Lagos, bosques de araucarias y el volcán Lanín son sitios ideales para realizar actividades en contacto con la naturaleza.
El Parque Nacional Lanín, además de albergar al majestuoso volcán que le da nombre, incluye en su superficie bosques de pehuén, raulí y roble pellín, que lo convierten en un destino sin igual.
El circuito se complementa con el Parque Nacional Laguna Blanca, ubicado a 32 kilómetros de Zapala, Neuquén, por la Ruta Provincial N° 46.
La estratégica localización de esta ciudad le confiere la conexión terrestre con localidades del oeste por las Rutas Provinciales 13 y 46, como así también hacia el norte y sur, por medio de la ruta nacional 40.
Un conjunto de cuerpos de agua -entre los que destaca la laguna Blanca- enmarcados por un paisaje de origen volcánico, concentran una notoria avifauna entre cuyos representantes sobresale el cisne de cuello negro. Sus espejos de agua son los lugares apropiados para realizar observación de la avifauna acuática patagónica.
Además, hasta el 31 de octubre se desarrolla la temporada de pesca recreativa en el Parque Nacional Laguna Blanca como una herramienta para la conservación de la biodiversidad.
El permiso de pesca, exclusivo para este ambiente, se encuentra a la venta en el Centro de Visitantes Nómades del área protegida -kilómetro 25 de la ruta provincial Nº 46- todos los días en el horario de 9 a 15, así como en la intendencia del parque que se sitúaen la ciudad de Zapala.
Fuente: Eldía