Federico Hellemeyer planteó el acuerdo sellado la semana pasada en UOM y AFARTE como un paliativo
19.02.2019
Sin certezas y más apoyados en la esperanza y el deseo de mejora que en datos de la realidad, el presidente de AFARTE Federico Hellemeyer advirtió que el acuerdo sellado con la UOM no alcanzará para evitar despidos si no hay señales de reactivación del mercado de consumo.
Río Grande.- Federico Hellemeyer planteó el acuerdo sellado la semana pasada en UOM y AFARTE como “un paliativo” para evitar despidos en el corto plazo, pero no alcanzará si no hay reactivación del mercado. La producción tenderá a la baja este año, especialmente en televisores, y sigue habiendo sobrestock en las cadenas de los productos fabricados en la provincia. Observó que en los años electorales “se postergan las definiciones” y, más que perspectivas, hay “esperanza” en un leve repunte.
Sin certezas y más apoyados en la esperanza y el deseo de mejora que en datos de la realidad, el presidente de AFARTE Federico Hellemeyer advirtió que el acuerdo sellado con la UOM no alcanzará para evitar despidos si no hay señales de reactivación del mercado de consumo.
Por FM Aire Libre dio detalles de esta negociación, que “fue bastante rápida. Sabemos lo que significó la inflación del año pasado en la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, por otro lado, ante la caída en el nivel de actividad de nuestro sector, se necesitaba una renegociación del acuerdo de 2017, porque iba a ser muy difícil transitar el tiempo que quedaba hasta la finalización en junio de 2020. Ese fue el disparador para que las dos partes se acerquen y afortunadamente nos encontró alineados. En dos o tres semanas concluyó el acuerdo, que cerramos con el Ministro de la Producción y la gobernadora”, sostuvo.
Precisó que “el acuerdo tuvo dos grandes puntos, primero la actualización salarial del 24% que se da en tres tramos, en marzo, julio y septiembre. La otra parte del acuerdo es la posibilidad de que se trabaje con una jornada reducida, garantizando una cantidad mínima de 140 horas por mes. Por otro lado, si una empresa tiene que suspender, está limitada en el tiempo hasta 90 días corridos y se paga el 70% del sueldo neto”.
“Estos dos acuerdos permitieron mantener el tema de fondo, que es la garantía de mantenimiento de las dotaciones, es decir que no puede haber despidos. Puede haber acuerdos de retiro voluntario y los términos del acuerdo inicial se han flexibilizado. También el acuerdo inicial hablaba de suspensión de paritarias sin ningún tipo de actualización salarial. Los tiempos han cambiado y el espíritu que le pareció aceptable al sindicato es que aquel fueguino que tenga voluntad de seguir trabajando, va a tener protegido su puesto. Si por decisión personal quiere llegar a un entendimiento con la empresa y hubiere algún retiro voluntario, esa vacante no se repone, pero las personas que quieran trabajar van a tener su trabajo asegurado”, afirmó.
En este punto hubo cambios respecto del acuerdo de 2017. “Cuando arrancamos con el acuerdo el 13 de noviembre de 2017 las únicas vacantes que no se cubrían eran las originadas por despidos con causa. Ahora es al revés: las únicas que se reponen son las del despido sin causa. No se reponen los despidos con causa, los retiros voluntarios, las renuncias y las jubilaciones”, dijo.
Respecto de los PPD, alejó la posibilidad de que pasen a ser personal de planta efectiva en este contexto. “Son personal en relación de dependencia de las empresas y tienen garantizados cuatro meses de prestación. Trabajan más o menos en función del nivel de actividad, y ese nivel de actividad hoy no permite que estén incorporados. Hasta el momento no hay ningún PPD activo en ninguna empresa. Van a trabajar lo que permita el nivel de actividad, y esperemos que sea mayor que el mínimo. El acuerdo no modifica nada en este sentido”, señaló.
En los últimos tiempos por retiros voluntarios se han originado unas 300 vacantes y el nivel de actividad no permite el reemplazo. “El acuerdo de retiro voluntario debe cumplir con las estipulaciones del artículo 241 de la ley de contrato de trabajo, esto es que sea un acuerdo libre de parte del trabajador y por elección. Luego dependerá de los usos y costumbres de cada compañía. Normalmente cada compañía anuncia una apertura de retiros voluntarios y la gente se anota, pero puede ocurrir que sea menos formal y que un trabajador lo plantee al jefe de personal. Eso depende de cada compañía”, manifestó.
Consultado sobre la situación de BGH, que había adelantado suspensiones en marzo y abril y la necesidad de despedir 300 trabajadores, reiteró que por este acuerdo “está garantizado que no habrá despidos, pero podría haber convocatoria a retiro voluntario en este caso. Eso depende de la voluntad de los trabajadores. Los retiros voluntarios pueden abrirse en cualquier empresa pero depende de la voluntad del trabajador y no puede ser una variable de ajuste. La empresa ya no puede especular tanto con eso. El acuerdo que se celebró, con la jornada reducida, precisamente viene a ser una alternativa a la necesidad de recomposición de plantilla de algunas empresas como BGH. En esto fue gravitante la intervención del gobierno de la provincia”, reconoció.
“A fin del año pasado se comprobó que efectivamente los volúmenes de producción cayeron en el segundo semestre y se verifica que para 2019 no hay señales en el mercado que hablen de un despegue del consumo, por lo que se estima que la producción va a seguir en niveles muy bajos. Las empresas empezaron a exteriorizar su preocupación y a darse cuenta de que no pueden mantener mucho tiempo más una situación artificial, si no tienen producción para generar. Entonces aparecen estas medidas, para evitar que se llegue al despido. Si no hubiera habido este tipo de paliativos, seguramente el nivel de tensión hubiera crecido y alguna empresa hubiera quedado en situación de tomar alguna medida de despido. Esto es precisamente para evitar que haya despidos”, enfatizó.
Aseguró que “una empresa no quiere despedir, lo que tiene es fuerza laboral que en esta coyuntura sobra, esto se resuelve con suspensiones o con jornada reducida, y esperamos que con estas herramientas se pueda atravesar lo que nos quede de crisis”.
Respecto de cuántas empresas pueden suspender en los próximos meses, dijo que “depende de cada compañía. Si bien hay intercambio de información en la cámara, nunca uno lo sabe con una precisión estadística. La realidad es que eran la excepción las empresas que no estaban complicadas, porque el nivel de actividad está muy bajo y no repunta. La producción en celulares cayó el 28%, la producción de televisores no cayó, pero todo el mundo sabe que hay un stock fenomenal en la cadena y que seguramente este año va a caer mucho la producción de televisores. En aire acondicionado hubo producción en el segundo semestre del año pasado para darle trabajo a la gente y, a consecuencia de eso, está muy stockeado el mercado, y encima el clima no acompañó. También con este producto la perspectiva es mala y la crisis es generalizada”, alertó.
“La excepción es una empresa que no tiene un programa de suspensiones a la vista. Confiamos en que las herramientas que se han puesto al alcance de las compañías permitan que no haya despidos”, insistió.
Temor de presiones
Por otra parte, se le trasladó el malestar de algunos trabajadores por el “énfasis” con que las empresas están instando a acogerse a retiros voluntarios, y la posibilidad de que esa presión aumente si la economía no mejora. “Ni yo ni nadie puede garantizar absolutamente nada en este país, pero este acuerdo precisamente tiene el espíritu de que no haya despidos. Yo entiendo que la gente está molesta porque las empresas ofrecen muy activamente la posibilidad del retiro voluntario, y eso es un tema de humor. Estamos en una crisis y las señales de afuera no son buenas, pero la potestad la tiene el trabajador. El trabajador es el que decide si continúa trabajando o no en el caso de los retiros voluntarios”, subrayó.
También aclaró que “en caso de suspensión, se paga una cifra no remunerativa, es decir que no tiene cargas sociales, pero se paga el 100% del aporte de la obra social para que el trabajador no tenga problemas de cobertura. Durante la suspensión no hay aportes jubilatorios ni contribución patronal, pero sí tienen la obra social y así lo establece la ley. Esta es la ventaja de ahorro que tienen las empresas con las suspensiones”.
Volviendo sobre las presiones para los retiros, recordó que “todas las libertades individuales de los trabajadores están aseguradas, y eso es mérito de las entidades sindicales. Yo no creo que se pueda hablar de que un trabajador pueda ser presionable, porque tienen bastante asegurados sus derechos y el sindicato los representa muy vehementemente. Siempre depende de la voluntad del trabajador”.
Sin perspectivas
Finalmente se le preguntó sobre las perspectivas para el 2019, aunque ya había adelantado que no son buenas. “La verdad no tenemos pronósticos, tenemos la expectativa de que se reactive el mercado, pero sabemos que cuando se reactive no vamos a encontrar niveles de consumo como los que había en el primer semestre de 2018. Seguramente van a ser niveles de consumo con una pequeña corrección a la baja, pero necesitamos que se empiece a poner en movimiento la máquina, porque si no se vacía el stock que hay en la cadena y no empiezan a volver los pedidos a las fábricas, realmente va a ser una situación preocupante. Los años electorales son complicados porque todo el mundo pospone las definiciones para cuando estén los resultados, pero ojalá eso no demore la reactivación, que será más templada que cálida, pero por lo menos nos va a dar un poco de alivio”, concluyó.
Fuente: Provincia 23