«Modernización o Precarización: el debate que el oficialismo esquiva»
12.12.2025
La Argentina vuelve a discutir su régimen laboral en un contexto de crisis prolongada y promesas de modernización. El Mensaje Nº 35/2025 enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso bajo el título de Ley de Modernización Laboral se presenta como un parteaguas: simplificación normativa, reducción de costos, previsibilidad jurídica
«La modernización que no debate»
La Argentina vuelve a discutir su régimen laboral en un contexto de crisis prolongada y promesas de modernización. El Mensaje Nº 35/2025 enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso bajo el título de Ley de Modernización Laboral se presenta como un parteaguas: simplificación normativa, reducción de costos, previsibilidad jurídica. Sin embargo, detrás de la retórica oficialista de “libertad” y “competitividad”, se ocultan silencios que merecen ser puestos en debate desde la mirada del mundo del trabajo.
Un siglo de reformas y contrarreformas
Desde la Ley de Contrato de Trabajo de 1974, pasando por las flexibilizaciones de los años 90, hasta las discusiones sobre ultraactividad y convenios en los 2000, la historia argentina muestra un péndulo constante: avances en derechos laborales seguidos de intentos de recorte bajo la bandera de la modernización. El proyecto actual se inscribe en esa tradición, pero con un giro más profundo: la prelación de convenios de empresa sobre los de rama, un cambio que altera el corazón del modelo sindical argentino.
Lo que se propone y lo que se omite
Fortalezas oficiales:
- Digitalización de registros y simplificación administrativa.
- Fondos de Asistencia Laboral para garantizar indemnizaciones.
- Incentivos fiscales y reducción de contribuciones patronales para promover empleo formal.
- Celeridad en la justicia laboral.
Debilidades no debatidas:
- Fragmentación sindical por prevalencia de convenios de empresa.
- Limitación de la ultraactividad, dejando a miles de trabajadores sin cobertura automática al vencer un convenio.
- Restricciones al derecho de huelga y asambleas, que reducen la capacidad de presión colectiva.
- Consolidación de figuras “independientes” en plataformas digitales, con menor protección gremial.
El mundo del trabajo frente al espejo
El oficialismo plantea que la reforma es condición para “terminar con 100 años de decadencia”. Pero el mundo del trabajo sabe que la decadencia no se mide solo en costos empresariales, sino en desigualdades persistentes: informalidad superior al 35%, salarios erosionados por la inflación, y una brecha creciente entre grandes corporaciones y PyMEs.
La pregunta que no se formula en el discurso oficial es: ¿cómo se garantiza que la flexibilización no derive en precarización? ¿Qué mecanismos de control acompañarán la autonomía de convenios de empresa? ¿Qué rol tendrán los sindicatos en la formación laboral y en la defensa de derechos en plataformas tecnológicas?
📊 Desafíos del tiempo presente
- Fortalezas: simplificación, previsibilidad, incentivos a la inversión.
- Debilidades: debilitamiento sindical, fragmentación de convenios, riesgo de precarización.
- Desafío central: construir un modelo laboral que combine competitividad con justicia social, sin sacrificar la memoria de conquistas históricas.
La modernización laboral que impulsa el oficialismo abre un debate que no se quiere dar: el de la equidad en el trabajo. No alcanza con hablar de libertad si se silencian las condiciones materiales de quienes sostienen la producción. La Argentina necesita discutir no solo cómo reducir costos, sino cómo garantizar que cada trabajador tenga un piso de dignidad.
El tiempo presente exige más que slogans: exige un debate profundo, plural y honesto sobre el futuro del trabajo. Y ese debate, por ahora, el oficialismo lo esquiva.
Fuente: CONSENSO PATAGONICO
