Cuál es la joya de Santa Cruz que está a solo 14 kilómetros de un pintoresco pueblo chileno

Cuál es la joya de Santa Cruz que está a solo 14 kilómetros de un pintoresco pueblo chileno
Entre montañas, cerezas y un lago binacional, este rincón patagónico sorprende por su belleza natural, su producción agroecológica y su cercanía con la frontera. A 600 km de Comodoro Rivadavia, es una escapada ideal para combinar naturaleza, historia y turismo aventura.

 

Levantado junto al inmenso lago Buenos Aires y a la sombra de la cordillera, uno de los pueblos más encantadores del norte de Santa Cruz se destaca por su entorno natural, la calidez de su gente y su proximidad con Chile Chico, su vecino del otro lado de la frontera, a tan solo 14 kilómetros. Este rincón patagónico se ha consolidado como un destino turístico con identidad propia, marcado por chacras cereceras, miradores panorámicos y excursiones inolvidables por la región andina.

Para llegar desde Comodoro Rivadavia —que cuenta con el aeropuerto más cercano— hay que recorrer unos 600 kilómetros. El itinerario atraviesa la estepa y se interna en la precordillera: se toma la RN 3 hasta Caleta Olivia, luego la RP 12 hacia Pico Truncado, se enlaza con la RN 40 y finalmente con la RP 43, que culmina en la localidad. El contraste entre el paisaje atlántico y la postal cordillerana del final del camino es parte del atractivo del viaje.

Con unos 4.600 habitantes, el pueblo tiene una calle central con bulevar, pinos y banderas ondeando al viento. Allí se encuentran la municipalidad, la comisaría y varios servicios turísticos. Entre sus postales más destacadas figuran tres miradores: el del Valle —con vista a las chacras más recientes—, el Uendeunk, sobre el centro urbano, y el del Lago, al final de la costanera, donde se levanta un monumento al salmón. Desde ese punto se pescan truchas y salmones en el lago Buenos Aires, compartido con Chile, donde se lo conoce como General Carrera.

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Los Antiguos, provincia de Santa Cruz, Argentina.

Capital austral de la cereza

La identidad del pueblo está profundamente ligada a la producción frutícola, especialmente de cerezas. Aunque nació como colonia agrícola forrajera en los años 20, a partir de los años 80 se transformó en un polo productivo de la cereza más austral del mundo, la última en salir al mercado internacional. La llegada del asfalto hace dos décadas consolidó ese desarrollo, con exportaciones actuales a España, Estonia, Emiratos Árabes y Estados Unidos.

La cereza es tan importante que tiene su propio monumento a la entrada del pueblo. También hay puestos callejeros donde se venden a granel, heladerías con sabores frutales y hasta pizzas con cereza en Viel Glück, una cervecería artesanal que se destaca por su masa madre y su ambiente relajado.

Entre las chacras que se pueden visitar se encuentran 6 Hermanas, una de las más grandes exportadoras, y La Querencia, pionera en agroecología, que ofrece visitas guiadas con merienda. La cooperativa El Oasis, impulsada por Jorge Seguel, agrupa a pequeños productores que buscan mejorar la comercialización sin perder la escala familiar. Este año, la producción local alcanzó un hito: la denominación de origen “Cerezas de Los Antiguos - Patagonia”, que protege e impulsa el producto como sello regional.

Qué más ver y hacer

Para descansar con vista al lago, hay dos opciones destacadas: la Hostería Tierra de los Antiguos, con 16 habitaciones —varias con balcón—, cálida atención y ambientación acogedora; y la Hostería Mirador Uendeunk, más reciente, con 28 habitaciones, restaurante propio y ubicación ideal.

La gastronomía local no decepciona: además de Viel Glück, está Buena Vista Parrilla, con cortes de carne, cordero y postres abundantes, y varios locales que ofrecen platos regionales. Para información turística, la oficina local atiende todos los días en horario extendido y orienta sobre circuitos, excursiones y hospedaje.

 

A Chile en minutos

A solo 14 kilómetros del centro del pueblo, el paso internacional Río Jeinemeni conecta con la ciudad chilena de Chile Chico, situada en la ribera sur del lago General Carrera. Desde allí, se accede a la Ruta 265, un camino de cornisa rodeado de vistas panorámicas, que lleva hasta los embarcaderos para la navegación hacia las Capillas de Mármol, también conocidas como Catedrales de Mármol. Las formaciones, de carbonato de calcio, muestran tonalidades blancas, azules y rosadas según la luz y el nivel del lago.

 

Piedra clavada hasta la Cueva de las Manos.

A orillas del lago General Carrera, Chile Chico es la entrada a una de las zonas más impactantes y poco exploradas de la Patagonia chilena. Su mayor tesoro natural es la Reserva Nacional Laguna Jeinimeni, donde paisajes glaciares, fósiles marinos, formaciones rocosas únicas y vestigios de culturas ancestrales se combinan en un trekking de diez kilómetros que lo tiene todo: desde la imponente Piedra Clavada hasta la Cueva de las Manos, con pinturas rupestres de más de 8000 años.

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Las excursiones arrancan a pocos kilómetros del pueblo y, aunque hay opciones para recorrer en vehículo, el verdadero espectáculo aparece a pie. El sendero que atraviesa la reserva incluye pasos por valles de cóndores, miradores naturales, extrañas formaciones de roca volcánica y el llamado Valle Lunar, un rincón donde el paisaje parece de otro planeta.

Chile Chico suele ser una escapada rápida desde Los Antiguos, pero quienes se animen a seguir la Ruta de la Carretera Austral descubrirán un universo más vasto hacia localidades como Cochrane, Coyhaique o Lago Verde. Desde aquí, comienza una Patagonia profunda, abierta al cielo y al asombro.

Fuente: CONSENSO PATAGONICO