Ser un consumidor responsable con el medio ambiente

Es que ahora más que nunca, el consumidor puede contribuir con su compra al cuidado de los bosques.

Los productos de origen forestal, por ejemplo, son algo muy común: desde libros, agendas y cuadernos hasta pañuelos descartables, y cualquier tipo de material de madera o papel, proviene de bosques.

¿Cómo ser parte del cambio? FSC® es una organización no gubernamental cuyo objetivo es "promover en los bosques de todo el mundo una gestión forestal económicamente viable, socialmente beneficiosa y ambientalmente responsable". Por ese motivo, esta ONG estableció principios de buena gestión que deben respetarse en el manejo de bosques.

Esto significa que todo producto forestal con el logotipo FSC® proporciona la garantía de que su origen es un bosque que cumple con un estándar reconocido internacionalmente. Cuando el consumidor es capaz de identificar esta etiqueta en el producto y la exige al momento de la compra, está premiando el esfuerzo y compromiso que requiere la producción sustentable, y de esto depende más que nunca el medio ambiente.

El desarrollo de emprendimientos forestales es importante porque permite fortalecer la actividad económica de un país. Pero debe además contribuir a la sustentabilidad, ese equilibrio fundamental entre la producción y la conservación de la flora y la fauna.

 

Un caso de éxito

Siguiendo estos lineamientos, en el año 2006, la compañía forestal Pomera Maderas de Grupo Insud se puso como objetivo conseguir esta certificación y desarrolló un plan de trabajo que hoy le permite ser una de las empresas líderes en el manejo sustentable de los bosques en la Argentina.

Las claves para lograrlo fueron la implementación de buenas prácticas forestales durante todo el proceso productivo: desde la selección del material genético, el desarrollo de los plantines en el vivero, los tratamientos silviculturales hasta la cosecha forestal en campo.

Tener esta acreditación implica además preparar un Resumen del Plan de Manejo Forestal, que es público, y que contiene todas las actividades a desarrollar durante el año, para lo cual es imprescindible disponer de información que aportan los profesionales de todas las áreas.

Al mismo tiempo, se elabora el Resumen de Resultados de los Monitoreos que también es público, y muestra el estado de los recursos en el tiempo, permitiendo ajustar y aplicar la mejora continua de las actividades mediante la implementación de recomendaciones de prácticas de manejo. Todo es auditado por FSC®.

 

La educación como motor del cambio

Para eso, se desarrollaron también programas sociales orientados a la educación y la infancia en los centros enseñanza comunales; y a la formación profesional de los trabajadores mediante planes de capacitación. Estas iniciativas tienen el fin de promover la formación medioambiental, la seguridad en el trabajo rural, el conocimiento del proceso productivo forestal, la difusión del sistema de certificación FSC®, la prevención de enfermedades endémicas y el manejo responsable del fuego.

Además, este fuerte compromiso ambiental basado en la prevención y conservación, se traduce en una labor continua sobre reforestaciones con el objetivo de preservar todos los componentes del medio ambiente y sin reemplazar bosques nativos. Áreas de conservación de ecosistemas representativos son mantenidas para salvaguardar la biodiversidad y albergar especies de especial sensibilidad.

Sin embargo, más allá del trabajo que desde el sector productivo se pueda llevar a cabo para promover la producción forestal sostenible, es necesario que toda la cadena de valor siga ciertas pautas que garanticen estas prácticas. Y uno de los aspectos más importantes es contar con consumidores responsables y conscientes de la importancia de tener la opción de elegir productos provenientes de este tipo de manejo, que sepan reconocerlos por su etiqueta identificativa y los exijan al momento de la compra.

Fuente: INFOBAE