La situación actual de la energía nuclear en Argentina es preocupante
09.09.2024
La situación actual de la energía nuclear en Argentina es preocupante. La falta de liderazgo y de recursos pone en riesgo proyectos estratégicos y servicios esenciales.
Contra la Ciencia: La Crisis de la Energía Nuclear en Argentina
En un contexto de incertidumbre y falta de liderazgo, la energía nuclear en Argentina enfrenta una crisis sin precedentes. Las centrales nucleares, operadas por la empresa pública Nucleoeléctrica, dependen del conocimiento y los insumos producidos por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Sin embargo, esta agencia pública “todavía no arrancó” bajo el nuevo gobierno libertario.
El gobierno, además de no haber designado aún un funcionario para conducir el área, tampoco aceptó la renuncia presentada en diciembre por la física Adriana Serquis, quien encabezaba la gestión anterior. Esta falta de dirección ha generado preocupación en la comunidad científica y en los trabajadores del sector.
Desde la cuenta de X @Defendamoslaciencia, se publicó un comunicado firmado por todos los gerentes de Nucleoeléctrica. En el comunicado, se manifiesta que “para todo este año 2024 todavía se cuenta sólo con el crédito presupuestario prorrogado del año 2023 que, dependiendo en cada inciso y tipo de gasto, alcanzaría en algunos casos hasta los meses de mayo o junio. Si bien la Institución ha realizado todos los esfuerzos necesarios para proyectar y transmitir a las áreas superiores pertinentes las necesidades mínimas de crédito para garantizar el funcionamiento durante todo el año 2024, todavía no se ha podido consolidar este requerimiento y no hay certeza de fechas en las que pudiera concretarse”.
En estas condiciones, comienza el impacto en las obras de los proyectos estratégicos, como la Central Argentina de Elementos Modulares (CAREM) y el Reactor Argentino Multipropósito RA-10. Estos proyectos, fundamentales para el desarrollo tecnológico y científico del país, se ven afectados, al igual que las empresas subcontratistas y los servicios de Medicina Nuclear y Radioterapia, dificultando la realización de estudios de diagnóstico y tratamiento. Además, el normal funcionamiento de las instalaciones de los centros atómicos, complejos tecnológicos y regionales está en riesgo, ante la imposibilidad inmediata de garantizar los servicios básicos, esenciales y permanentes que hacen a su operatividad y funcionamiento en condiciones seguras. Algo similar comienza a ocurrir también en algunas instalaciones ante la imposibilidad de los laboratorios de CNEA de reponer los insumos necesarios para realizar los análisis que den cumplimiento a los requerimientos regulatorios.
Los Negocios de Chirillo
En medio de esta crisis, surgen cuestionamientos sobre los intereses detrás de las decisiones gubernamentales. Morán recuerda que, durante las prolongadas y desordenadas sesiones informativas que tuvieron lugar en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados, ante una pregunta suya al secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirilo, éste elogió tanto a Nucleoeléctrica como al CAREM.
Chirilo, además de haber sido consultor de la secretaría de Energía en tiempos de Carlos Menem, fue ejecutivo de Iberdrola, la multinacional española que opera en ese sector. Posteriormente, fundó su propia consultora y asesoró en privatizaciones energéticas al ex presidente de ese país, José María Aznar.
Nadie se sorprendería si los interesados en comprar Nucleoeléctrica fueran de la madre patria. Sin embargo, caída la ley ómnibus y con el “Pacto de Mayo” malherido por los recortes de transferencias de Nación a las provincias, que malquistan a los gobernadores con el oficialismo, parece poco probable que el Gobierno reúna los votos necesarios en diputados para aprobar ese tipo de operación.
Un Futuro Incierto
La situación actual de la energía nuclear en Argentina es preocupante. La falta de liderazgo y de recursos pone en riesgo proyectos estratégicos y servicios esenciales. La comunidad científica y los trabajadores del sector claman por una solución que garantice la continuidad y el desarrollo de la energía nuclear en el país. Mientras tanto, los intereses privados acechan, esperando una oportunidad para capitalizar la crisis.
La pregunta que queda en el aire es: ¿podrá el gobierno libertario encontrar una salida a esta encrucijada, o sucumbirá a los intereses privados, dejando a la ciencia y a la tecnología argentina en el olvido?
Fuente: CONSENSO PATAGONICO
