La cultura del Surf llega a las costas fueguinas

En el mundo hay muchos locos por el surf. Alguno de ellos, locos literalmente. Por ejemplo los que se animaron hace un año a practicar en las aguas heladas fueguinas, soportando temperaturas bajo cero. Inspirados en los “Gauchos de Mar” tres jóvenes expertos en surf que el año pasado presentaron en la provincia un documental en el que surfean en Península Mitre, hoy son varios los fueguinos que se le animan a las olas vírgenes de la costa de nuestra provincia.

Olvidate de la imagen clásica del surfista bronceado subido las olas bajo el sol de una playa tropical. Aquí el traje de neoprene es indispensable, la brisa marina es una fría ventisca y el sol la mayoría de los días de otoño es una pálida luz en los grises cielos fueguinos. Las olas también traen sorpresa, ya que el agua traen algas, el fondo marino está tapizado de piedras y de vez en cuando puede aparecer la visita cercana de algún curioso lobo o león marino.

Hace poco más de un año Maximiliano y Adrián comenzaron a realizar sus primeras prácticas. Con el correr de los meses, y de quienes los veían en la costa de Río Grande, cerca del Cabo Domingo y hasta en Cabo San Pablo, se fueron sumando más interesados y hoy son alrededor de diez. Crearon una página de Facebook a la que llamaron Selknam Surf y un grupo de WhatsApp con el cual siempre están comunicados, y ante la primera novedad que cualquiera envíe sobre buenas olas en alguna playa cercana, todos corren para surfear las frías olas fueguinas.

En su stand del Desafío de Producir, el fin de semana pasado, Maximiliano dispuso su tabla de surf, el traje de neoprene para meterse al agua y las quillas, entre otros elementos. Además de dar a conocer que en Tierra del Fuego también se puede practicar surf, la idea era juntar firmas para recibir algún tipo de apoyo –municipal o de gobierno- para abrir la primera escuelita de surf en Río Grande.

“El propósito del stand es difundir el deporte, que prácticamente tiene muy pocos adeptos aquí y la idea es que todos los chicos se enteren que en Río Grande se puede surfear, que hay olas, que hay gente que se ocupa del tema”, dijo Maxi a Critica Sur.

Se trata de un deporte que se puede practicar en primavera, en otoño y en verano. “Son muchos los meses del año y queremos lograr generar un espacio para eso, que se pueda difundir y promover, que todos los que quieran aprender tengan el espacio”, asegura.

Adrián es el más experimentado del grupo. Un día se encontró con Maxi y comenzaron a desafiar el clima. “Él es de Mar del Plata y yo venía de Gesell, nos cruzamos de casualidad, nos pusimos a surfear y se dio que fuimos un par de veces a las playas, las limpiamos, empezamos a buscar lugares donde encontrar mejores olas”, cuanta.

El siguiente paso fue crear la página Selknam Surf, para comenzar a difundir el deporte y sumar nuevos interesados en la práctica.

“El proyecto es promover el deporte y que los chicos sepan que se puede y el que tiene ganas que se prenda, arrancamos dos y ahora somos diez en menos de un año”, afirma Maxi.

En pocos meses sumaron nuevos interesados y hoy ya son más de diez. “La gente que nos iba viendo porque un día nos metimos frente al Monumento de Malvinas en pleno centro, pasaban y nos sacaban fotos o nos preguntaban, y así se fueron sumando. Se armó un grupo que cada vez que hay olas nos avisamos, en tal día y en tal lugar nos encontramos. Vamos y nos metemos, al que no tiene tabla le prestamos”.

¿Cómo es hacer surf en Tierra del Fuego? La respuesta de Maxi es obvia: “Es frío, hay que acostumbrarse, pero para eso hay trajes de neoprene, botas, tablas, equipamiento especial para poder meterse y no tener frío”.

Lo más difícil de conseguir –asegura- son los trajes por el costo, pero entre todos colaboran para poder practicar. Y los otros elementos se consiguen en Buenos Aires: “No tenemos producción local de tablas pero se pueden conseguir en el norte mandar a traer. Yo hice dos prototipos en madera que sirvieron muy bien, las fabriqué en Buenos Aires y mi idea ahora es hacerlas en lenga. El día de mañana podemos tener una producción para el que quiera empezar”, sueña Maxi.

Otro de los elementos necesarios son las quillas, que es el primero que pierde la tabla, sobretodo en esta zona donde el suelo es pedregoso. “Cuando llegas a la orilla la tabla encalla y se vuela la quilla, la idea es hacer mis propias quillas, es un proceso, el proyecto está en formación y lo primero que queremos lograr es poder difundirlo para conseguir una escuelita de surf”, remarca.

Maximiliano tiene 44 años, pero hay gente de todas las edades. “Para esto no hay edad, tenés que tener el espíritu y las ganas de emprender algo nuevo”.

Mientras el sueño de la escuela de surf aguarda por hacerse realidad, los surfistas fueguinos no pierden oportunidad. “Como somos todos de Río Grande no metemos en el Cabo Domingo, casi en frente a la Misión Salesiana, pero podes surfear en Cabo San Pablo, podés irte a Punta Popper, al centro de la ciudad donde está el Monumento a las Malvinas, cuando hay olas vas buscando la ola, no tenés un lugar fijo”.

¿Tenemos buenas olas? Maxi asegura que “generalmente y cuando viene la marea extraordinaria hay olas de hasta dos metros que es bastante intenso”. Sin embargo, para aprender “un metro o metro y medio sirve, y es divertidísimo porque caes y el agua te llega por la cintura o el pecho y estás como en una pileta. Tenés que dominar los elementos, la tabla, el traje y cuando sos nuevo te lleva un tiempito, pero hay que animarse”, afirma.

Fuente: criticasur