En plena crisis del dólar, Juntos por el Cambio rechaza el diálogo con el Gobierno: cuál es el debate político de fondo
21.07.2022
Los referentes opositores mantienen su negativa y cuestionan la versión que echó a correr el kirchnerismo. Entre la cautela y una crisis que empeora
En plena crisis del dólar, Juntos por el Cambio rechaza el diálogo con el Gobierno: cuál es el debate político de fondo
Los referentes opositores mantienen su negativa y cuestionan la versión que echó a correr el kirchnerismo. Entre la cautela y una crisis que empeora
Los referentes de Juntos por el Cambio descartan tanto en público como en privado sentarse a una mesa de diálogo con el Gobierno para enfrentar la crisis cambiaria e inflacionaria, como sugirió una versión salida del kirchnerismo, y si bien son cautos frente a un contexto que saben muy complicado, la discusión de fondo que motiva esa negativa es quién tiene que pagar el costo político del ajuste y "las reformas" que requiere la economía.
Que "se pongan de acuerdo entre ellos", que "presenten un plan económico" y que el ámbito institucional para cualquier diálogo "es el Congreso", fue la respuesta inmediata y unificada de las máximas autoridades del PRO y de la UCR como Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Gerardo Morales, entre otros.
Fue la reacción inmediata ante la versión sobre un intento del oficialismo por convocar a la oposición a un acuerdo, filtrada a la prensa por un sector del kirchnerismo y reforzada por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, alfil de la vicepresidenta Cristina Kirchner, al expresar: "Hoy necesitamos ayuda, también de nuestra oposición".
El planteo para que cualquier intento de acordar por parte del oficialismo pase por el Congreso y que se haga sobre la base de un plan económico que, a juicio de la oposición, nunca existió, no es inocente: entienden que la economía necesita sí o sí de un ajuste y que el presidente Alberto Fernández y Cristina Kirchner deben hacerse cargo solos del costo político que eso pueda tener.
Detrás del rechazo de Juntos por el Cambio está el planteo de que el Gobierno se haga cargo de un ajuste
"Al menos hasta hoy todos estamos de acuerdo en no aceptar co gobernar", ratificó a iProfesional una dirigente del PRO, al tiempo que señaló: "No se trata simplemente de hacer un ajuste, hay que agregarle reformas". De acuerdo a las definiciones que distintos exponentes de la oposición vienen dando hace meses, esas reformas deberían apuntar al régimen laboral y al sistema previsional, entre otras áreas.
En tanto, un legislador de la UCR que suele entender en materia económica, señaló a este medio que el Gobierno "tiene que presentar un plan de estabilización" que necesariamente "implica una devaluación, que tendrá un traslado a precios, y un ajuste fiscal en serio, no lo que anunció (la ministra de Economía, Silvina) Batakis".
Por su propia experiencia y por la coyuntura social actual, en Juntos por el Cambio saben que los resultados de corto plazo de las medidas que requiere la economía son impopulares, además de ser casi intolerables para el kirchnerismo duro. Por ello desconfían de la supuesta intención de convocarlos: "Es el abrazo del oso", dicen en el sector "duro" del PRO que encabeza Bullrich. "Ellos son Gobierno y se tienen que hacer cargo", agregan en el radicalismo.
¿Qué argumentan en Juntos por el Cambio para rechazar un posible llamado al diálogo con el Gobierno?
Dos de los dirigentes que se proponen tender puentes o explorar posibles acuerdos con la oposición son el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Buscan interlocutores entre gobernadores e intendentes, personas con responsabilidad de gestión.
Rodríguez Larreta, a coro con sus colegas opositores, plantea que el Gobierno debe llevar un plan al Congreso
No obstante, las figuras de Juntos por el Cambio que ocupan esos lugares, como Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires o Morales en Jujuy, indicaron en las últimas horas que no recibieron ningún llamado. Seguidamente, reiteraron el mantra opositor para rechazar una invitación de ese tipo.
"El Gobierno no tiene rumbo ni plan. Por más que estamos viviendo una situación difícil, un plan daría certidumbre. Lo único que hacen es presentar peleas y contradicciones entre ellos", sostuvo Larreta este jueves y remarcó: "Si en algún momento hubiera vocación de consenso, el ámbito de diálogo institucional previsto en Argentina es el Congreso de la Nación. Pero no vemos ninguna vocación ni señal de consenso".
En tanto, el ex ministro de Economía Hernán Lacunza, uno de los hombres de consulta de la oposición en materia económica, recordó el acuerdo con el FMI y subrayó: "La oposición prestó acuerdo para evitar default en marzo (la mitad del oficialismo se lavó las manos). Allí el Gobierno presentó a los argentinos una hoja de ruta para reducir déficit y emisión. En los cuatro meses siguientes no cumplió nada".
Otro que dio una respuesta tajante fue el diputado y economista liberal José Luis Espert. A pesar de no formar parte de Juntos por el Cambio, siguió la misma línea: "Si el Gobierno me llamara para un acuerdo mi respuesta será 'lleven la propuesta al Congreso y ahí se debatirá públicamente el asunto'. El Congreso debe ser el único lugar de acuerdo y la discusión debe ser pública y transparente frente a la sociedad".
Mario Negri criticó al oficialismo por echar a correr la versión sobre una convocatoria a la oposición
Por su parte, el jefe del bloque de diputados de la UCR, Mario Negri, cuestionó este jueves la versión sobre una eventual convocatoria, al considerar que "es una irresponsabilidad generar más incertidumbre, largar cosas al aire y hacer trascendidos". Y agregó: "En el Gobierno tienen que ponerse de acuerdo entre ellos".
Más allá de las versiones: ¿hubo señales del Gobierno?
La posibilidad de que el Gobierno los convocara a un diálogo ya se había conversado un día antes de que trascendieran las versiones, en la reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio. Fue allí donde se acordó que el único lugar para entablar acuerdos es el Congreso. También que ése será el ámbito donde intentarán "marcarle la agenda" al oficialismo con una serie de proyectos "de austeridad".
La antelación para fijar esa postura tiene que ver con que, si bien la versión de un posible llamado del Gobierno a la oposición cobró fuerza el último miércoles en medio de la suba sin freno del dólar blue, Alberto Fernández y Cristina Kirchner empezaron a enviar señales en ese sentido varios días antes, como contó iProfesional.
En el acto por el Día de la Independencia en Tucumán, una semana después de la traumática renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía, Fernández subrayó que "para llegar a acuerdos que nos unan hace falta derribar muros" y remarcó: "Tal vez hoy podamos convocar a los grandes consensos que hacen falta para desarrollarnos para siempre".
Alberto Fernández y Cristina Kirchner vienen enviando señales a la oposición desde la renuncia de Guzmán
Y un día antes, en El Calafate, Cristina Kirchner había expresado: "Tenemos que encontrar un punto de coincidencia común porque si no, no va a haber Argentina para nadie". Y remarcó: "Hay que ponerse de acuerdo, porque así el año que viene gane Mandrake El Mago no va a haber solución a este problema estructural de la Argentina bimonetaria". Mensaje directo a la oposición.
Massa es probablemente la única figura del Frente de Todos que machaca sobre la necesidad de abrir un diálogo entre todas las fuerzas políticas en torno a medidas concretas que den previsibilidad. Sin embargo, nunca llegó a tener el respaldo de todo el oficialismo.
El antecedente de Massa
En 2021, antes de las elecciones legislativas, Massa había anunciado que el Gobierno iba a convocar a la oposición y a sectores empresariales y sindicales para dialogar sobre "el diseño de 10 políticas de Estado para la Argentina" en materia económica, educativa, de empleo y recursos naturales.
"Terminada la elección, vamos a convocar desde el Gobierno a un acuerdo con la oposición, con los empresarios y con los trabajadores articulando el Congreso y el Consejo Económico y Social. El Presidente tiene la decisión de hacerlo", había afirmado el tercer socio del Frente de Todos.
Esa idea quedó en la nada tras la derrota del oficialismo y las renuncias testimoniales del kirchnerismo para presionar a Fernández por cambios en el Gabinete que finalmente se hicieron pero desataron la pelea entre el Presidente y la vicepresidenta, que se extendió hasta este año. Massa, sin embargo, trató de mantener el espíritu acuerdista en el Congreso.
Con el "alivio fiscal" para monotributistas y autónomos el titular de Diputados mostró esa voluntad de buscar acuerdos sobre temas concretos. Lo mismo intentó hacer con la reforma de la Ley de Alquileres, aunque allí no logró que oficialismo y oposición se acercaran y el proyecto está trabado hasta hoy.
Fuente: IP PROFESIONAL